Servicio de noticias en salud Al Día – Resultados de la búsqueda – ANALES DE PEDIATRIA VOLUMEN 48, NUMERO 4 (2024)

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Boletín de Noticias Al Día

Fecha: lunes, 04 de octubre de 2021

Año: 28 No. 236

Titulares:

1.-La inmovilización provocada por el exceso de pantallas favorece la e-trombosis entre jóvenes

2.- El virus respiratorio sincicial podría volver a la normalidad epidémica

3.- Cáncer de mama: el ejercicio físico mejora la calidad de vida y el tratamiento de las pacientes

4.- La detección precoz de la Hipercolesterolemia Familiar se debe realizar en la edad pediátrica

5.-Las infecciones graves en la infancia pueden estar relacionadas con autismo en varones

6.-Un tercio de los casos de bajo rendimiento académico está directamente relacionado con problemas visuales

Noticias ampliadas:

1.-La inmovilización provocada por el exceso de pantallas favorece la e-trombosis entre jóvenes

Los especialistas observan un aumento de trombosis en jóvenes en el último año acuciados por el sedentarismo y por el excesivo uso de pantallas en el confinamiento por la COVID.

Los casos de trombo embolismos venosos (TEV) en jóvenes de 15 años han aumentado en el último año acuciados por el sedentarismo prolongado y por el excesivo uso de entretenimientos como la televisión o los videojuegos durante el confinamiento por la COVID, según afirma José A. Páramo Fernández, del Servicio de Hematología de la Clínica Universidad de Navarra y ex presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia.

Una situación que preocupa a los expertos, ya que se trata de una enfermedad que, años atrás, se asociaba a personas adultas y que, en la actualidad, se está diagnosticando en adolescentes sin ningún cuadro de riesgo previo.

Así lo asegura Páramo, quien apunta a que el confinamiento ligado a la COVID-19 han sido los responsables de estos casos y han supuesto un riesgo adicional en los adolescentes.

Todavía no hay datos concretos sobre este aumento de casos, a falta de estudios comparativos en relación con la población general y respecto a adolescentes.

Una enfermedad infrecuente en la edad pediátrica

En general, el TEV es infrecuente en la edad pediátrica, con una incidencia de 0,7-4,9/100 000 personas/año, existiendo dos picos de máxima intensidad: uno en niños menores de 1 año y otro en adolescentes, apunta este experto.

En un estudio realizado en 2016 se constató que los principales factores asociados al TEV fueron la obesidad (47 %), el empleo de catéteres venosos centrales (27 %), infecciones (27 %), sedentarismo (22 %), enfermedades autoinmunes (19 %) y otras enpatologías (11 %).

En el adolescente, la aparición de TEV resulta de la combinación de al menos dos factores protrombóticos: la obesidad y un estilo de vida sedentario, en numerosas ocasiones ligado al empleo de videojuegos, sin olvidar los estados trombofílicos congénitos, como el factor V Leiden o las deficiencias de Antitrombina y proteínas C y S.

Sedentarismo extremo

Sobre el sedentarismo, factor agravado por la pandemia, se ha calculado que los niños y adolescentes pasan una media de 8 horas diarias “enganchados” a la televisión y hasta 13 horas a los videojuegos o participando en otras actividades digitales. Incluso se han descrito situaciones de sedentarismo extremo, llegando a más de 48 horas semanales, lo que supone un riesgo obvio de TEV, sobre todo combinado con la obesidad.

Esto supone una situación especial de sedentarismo, con posición sentada y piernas cruzadas durante largos período de tiempo, algo similar a lo que ocurre tras un viaje prolongado, un factor de riesgo conocido para el desarrollo de TEV (síndrome de la clase turista). Diversos casos clínicos han reportado el nexo entre una exposición prolongada a los videojuegos (3 a 48 horas de forma continuada) y la aparición de eventos trombóticos (trombosis venosa profunda y/o embolismo pulmonar), lo que se conoce como e-trombosis.

Un concepto que nace con el siglo

El concepto de e-trombosis, propuesto por Richard Beasley en 2003, asocia TEV a períodos de inmovilización prolongada. Esta enfermedad ha vuelto a resurgir durante la pandemia de la COVID-19, especialmente durante las etapas en las que esta obligó a la población a quedarse en casa, concreta, Páramo.

“La base científica de la TEV o e-trombosis radica en la inmovilización, uno de los pilares clásicos de la tríada de Virchow para explicar la formación de los trombos, que favorece el estasis o enlentecimiento venoso y que puede asociarse con la aparición de una embolia pulmonar”, detalla el especialista.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha promovido una campaña para evitar las tres Cs en el escenario COVID-19: espacios cerrados, lugares concurridos y contactos cercanos (Confined and closed spaces, Crowded places and Close-contact setting).

Otros aspectos de inmovilidad relacionados con la pandemia, según refiere Páramo, son el teletrabajo y las residencias de ancianos, este último grupo de alto riesgo de TEV. Por ello, en opinión del experto, es de crucial importancia promover el ejercicio físico, llevar una adecuada hidratación y evitar períodos de inmovilización prolongada en todas estas situaciones.

“A pesar de todo esto, se precisan estudios amplios que validen la hipótesis de la e-trombosis en la era de la pandemia por COVID-19”, matiza Páramo.

octubre 03/2021 (Diario Médico)

2.- El virus respiratorio sincicial podría volver a la normalidad epidémica

Los expertos advierten de que este otoño esperan una epidemia de VRS –a diferencia de lo ocurrido en el anterior-, por lo que no hay que relajarse con los grupos de riesgo.

Si algo caracteriza a la Sociedad Española de Neonatología (SENEO) es su capacidad para adelantar una respuesta eficaz a potenciales problemas sanitarios. Cuando la pandemia de COVID-19 apenas estaba mostrando su cara en Europa, la sociedad científica elaboró las recomendaciones sobre la lactancia materna en época covídica, que, como se ha visto con el tiempo, dieron en el clavo.

Ahora, estos expertos llaman la atención sobre uno de los patógenos más temidos para los pediatras, el virus respiratorio sincicial (VRS).

Como destaca el presidente de la SENEO, Manuel Sánchez Luna, “en Estados Unidos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) están ya advirtiendo de brotes importantes de infecciones por VRS, que vienen arrastrándose desde finales del mes de agosto”.

La causa más frecuente de hospitalización

La infección por VRS es la causa de hospitalización más frecuente en los menores de un año en España. Según demostró un amplio estudio epidemiológico de la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (Fundación IMAS), sobre más de 1,4 millones de altas hospitalarias de niños menores de dos años, la bronquiolitis correspondía al 9,2 % de todas las enfermedades, y de ellas más de la mitad se debían al VRS.

Normalmente -léase, antes de la pandemia-, el VRS aparece de forma epidémica, en los países de nuestro entorno entre octubre y marzo. Es una época bien conocida (y temida) por pediatras y neonatólogos, puesto que suelen saturarse centros de salud, urgencias pediátricas y hospitales con estos casos.

Profilaxis

Para los niños con factores de riesgo de desarrollar la enfermedad grave, entre los que se encuentran los prematuros, aquellos con displasia broncopulmonar, cardiopatías congénitas y enfermedades inmunitarias, por citar algunas, “recomendamos junto a las medidas higiénico-sanitarias de prevención (evitar la guardaría antes del año; extremar la higiene de manos; la lactancia materna; no fumar en su entorno), la administración del anticuerpo monoclonal palivizumab”, explica Sánchez Luna.

Con este tratamiento profiláctico “conseguimos reducir hasta un 65 % las hospitalizaciones en prematuros, y hasta un 55 %, en prematuros displasia broncopulmonar”.

El anticuerpo monoclonal se administra una vez al mes, por vía intramuscular durante los meses de epidemia del virus. Lo habitual es iniciar la profilaxis entre el 15 y 30 de octubre.

El invierno de 2019-20 fue el último, ante de la aparición de la COVID-19 en que se administró la profilaxis, no solo aquí, también en los países de nuestro entorno, y tras el intermedio del año anterior, parece el próximo cambio de estación traerá de nuevo la epidemia del VRS.

El VRS prácticamente desapareció del mapa durante el otoño e invierno de 2020-21, probablemente, por la generalización de las medidas higiénicas, el confinamiento y la escasa o nula movilidad poblacional que vivimos por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, en verano, surgió un número preocupante de casos de infección por el VRS que hizo necesaria la profilaxis en los grupos de riesgo fuera de la estación.

La relajación de las medidas de higiene y en las restricciones de movilidad a las que asistimos desde hace un tiempo; además de que en nuestro país se inicia en estos días el nuevo curso escolar con presencialidad total en las aulas y exención del uso de mascarilla en niños menores de 6 años ha hecho que desde SENEO quieran recordar que “podríamos volver a la normalidad epidémica. Todavía no sabemos si será más o menos intensa que las epidemias de VRS anteriores a la COVIDd-19”.

Por ello, instan a no relajar las medidas higiénico-sanitarias de prevención, en especial, entre los grupos de riesgo.

No hay que esperar a que aparezcan casos. Y recomiendan empezar la profilaxis, teniendo en cuenta que para que los niños vulnerables estén protegidos frente el VRS necesitan contar al menos con dos dosis puestas.

“Tengamos ya en mente al VRS. No esperemos a que se empiecen a ver casos”, enfatiza Sánchez Luna.

Una previsión similar, tienen estos expertos sobre la gripe (que suele venir después del VRS, entre noviembre y diciembre) para este año. Con la vuelta a cierta normalidad, “son virus que de nuevo podrán circular libremente”, lo que plantea la necesidad de “extremar las medidas de prevención en la gripe con la vacunación de los grupos de riesgo y, mejor aún, con la de mayor cantidad de población posible”.

octubre 032021 (Diario Médico)

3.- Cáncer de mama: el ejercicio físico mejora la calidad de vida y el tratamiento de las pacientes

Hasta ahora, los estudios sobre los beneficios del deporte o la actividad física para pacientes con cáncer de mama se habían realizado una vez superada la enfermedad. Sin embargo, un proyecto enmarcado en el programa Ujisabio (una colaboración entre la Universidad Jaume I, de Castellón, y la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana -Fisabio-), está analizando los resultados con la incorporación del ejercicio físico en las etapas iniciales de la enfermedad y, en concreto, el impacto sobre los efectos secundarios de los tratamientos en mujeres recién sometidas a cirugía y en fase de quimioterapia, hormonoterapia, radioterapia o inmunoterapia.

La investigación, dirigida por Eladio Collado, profesor del Departamento de Enfermería; Carlos Hernando,director del Servicio de Deportes, y Elena García, especialista en Actividad Física y Oncología y alumna de doctorado, ha demostrado que la incorporación en un programa de ejercicio físico, adaptado a las características de cada paciente, dirigido y supervisado por especialistas en Actividad Física y Deporte, mejora la condición física, la calidad de vida y el bienestar psicológico y reduce los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos. Además, “disminuye la toxicidad y mejora la tolerancia a los tratamientos antineoplásicos l,o que permite completar el plan preestablecido por los oncólogos”, señala García.

El origen de la investigación está en el proyecto de tesis doctoral de Elena García, codirigida por Collado y Hernández, cuyo objetivo final es demostrar científicamente que el ejercicio físico es la primera medida no farmacológica por efectividad y que es un recurso que, como un tratamiento más, tendría que ofrecer personal especializado desde la sanidad pública.

El programa se puso en marcha hace dos años, pero como el inicio con el primer grupo de mujeres coincidió con la primera ola de COVID-19, se tuvo que anular todo. Nueve meses más tarde, se retomó a través de sesiones de videoconferencia en streaming (las valoraciones de los resultados son presenciales). Los pacientes son remitidos desde la consulta de Oncología y con el visto bueno de la misma. Tras informarles del proyecto y sus requisitos y firmar el consentimiento informado, son incorporadas en el proyecto. “Los criterios de exclusión vienen determinados por la no posibilidad de las pacientes de seguir el programa y la presencia de problemas físicos que a juicio de su oncólogo desaconseje su inclusión en la actividad”, matiza García.

Las 60 pacientes (repartidas en grupos de 8-10) reciben la propuesta de incorporarse al proyecto al superar la cirugía de su tumor y, cuando la aceptan, se valora su estado físico y psicológico. “En las valoraciones físicas, realizadas en las instalaciones deportivas de la universidad, se analizan parámetros de condición física (bioimpedancia, fuerza de miembros superiores e inferiores, capacidad cardiovascular y flexibilidad), el estilo de vida a través de monitorización continua por acelerometría y variables psicológicas, como la calidad de vida, resiliencia, estrés y ansiedad. Las variables clínicas relacionadas con el tumor y el tratamiento se extraen de la historia clínica”, apunta García. Una vez incluidas, se monitoriza su estilo de vida durante una semana mediante un acelerómetro. “Lo único que se pretende con la monitorización continua por acelerometría durante 7 días es valorar su estilo de vida, el tipo de actividad que realiza regularmente, las horas de descanso y sueño, etc., con el objetivo de contrastar cambios tras la instauración del programa”, expone García.

Programa de ejercicio personalizado

Teniendo en cuenta las variables clínicas, físicas, psicológicas y del entrenamiento se desarrolla el programa personalizado a cada paciente. A continuación, reciben todo el material que necesitan para las sesiones (esterilla, mancuernas, gomas, pelota, picas…) y empiezan a conectarse a las sesiones de ejercicio físico dirigidas por Elena García, un mínimo de dos veces a la semana y un máximo de tres. “Las sesiones tienen una duración de 60 minutos y se realizan regularmente los lunes, miércoles y viernes. Se realizan en grupos hom*ogéneos (teniendo en cuenta las variables anteriores) y con objetivos de entrenamiento personalizados a cada una de las pacientes”, apunta García.

La profesional especializada supervisa, personaliza y guía las sesiones teniendo en cuenta las variables clínicas, físicas y del entrenamiento (frecuencia, intensidad, volumen y tipo de ejercicio) siempre adaptando los ejercicios y la dosis a cada paciente, seleccionando los más adecuados o que estén al nivel de la paciente, corrigiendo posturas e individualizando el entrenamiento según las necesidades.

Los ejercicios que se realizan tienen como objetivo mejorar la movilidad articular (sobre todo las primeras semanas tras la cirugía) la fuerza, la capacidad cardiovascular y la flexibilidad. “En las sesiones en streaming se realizan ejercicios de fuerza del tren inferior, tren superior, ejercicios de core y estiramientos a través de rutinas que les permite progresar en el tiempo. No hay unos ejercicios generalizados, sino que hay que elegir los más adecuados según la necesidad de cada paciente para que pueda mejorar y progresar”, enfatiza García.También se les recomienda completar el trabajo de fuerza semanal con ejercicio aeróbico (caminar, bici…) para mantenerse activas y evitar al máximo la inactividad.

Las participantes se vuelven a evaluar después de tres y seis meses, incorporando parámetros de información clínica (variables hematológicas, pruebas de radiodiagnóstico, cardiovasculares, ) y tratamientos proporcionados por el hospital (por ejemplo, incorporación de nuevos tratamientos). Se trata, en definitiva, de analizar cómo mejora su condición física (fuerza, resistencia y flexibilidad), además de su bienestar físico y psicológico, y a la vez, “estudiamos cómo esta mejora repercute en que los efectos secundarios del tratamiento se vean mitigados», afirma Collado.

Resultados

Por el momento, con datos pendientes de publicar, la valoración cualitativa a los seis meses es que “su condición física se incrementa exponencialmente, muchas se encuentran físicamente mejor que nunca, incluso mejor que antes de sufrir la enfermedad”, señalan los autores. Además, tres meses después de la finalización de las sesiones, se vuelve a citar a las mujeres para evaluar si los hábitos incorporados se han mantenido o se han perdido con el tiempo (este proceso está en fase de recogida de datos).

Respecto a la posibilidad de que este enfoque tenga éxito en otros escenarios, García señala que, “según la evidencia disponible hasta el momento, el mayor beneficio del ejercicio físico es para pacientes diagnosticadas de cáncer de mama,y en segundo lugar, para pacientes diagnosticados de cáncer de colón y de próstata”. Además, en otros tipos de cáncer, ya hay numerosos estudios que han demostrado que el ejercicio físico mejora sustancialmente la calidad de vida, la salud física y psicológica de los pacientes oncológicos “y ha demostrado ser seguro siempre que sea específico, individualizado y supervisado según la condición física de cada persona”.

octubre 03/2021 (Diario Médico)

4.- La detección precoz de la Hipercolesterolemia Familiar se debe realizar en la edad pediátrica

El diagnóstico temprano de la Hipercolesterolemia Familiar (HF) es una herramienta básica para prevenir el infarto de miocardio o la muerte cardiovascular prematura.

La HipercolesterolemiaFamiliar (HF), que se caracteriza por un aumento en el colesterol LDL desde el nacimiento y por ser la causa genética más común de enfermedad cardiovascular prematura. Se trata de la enfermedad genética más frecuente y, según las estimaciones, afecta a 200 000 personas en España, de las que 30 000 son niños, lo que recalca la importancia de la detección precoz en etapas tempranas de la vida, según se ha puesto de manifiesto en el recientemente celebrado Día Internacional de la HF.

Con tres millones de casos en Europa y 34 millones en todo el mundo, estaenfermedad afecta a familias (mujeres y hombres por igual) y disminuye la esperanza de vida de 20 a 40 años. Sin embargo, a pesar de su frecuencia y gravedad, actualmente sigue siendo un problema de salud pública muy poco reconocido y mal gestionado, según Pedro Mata, presidente de la FundaciónHipercolesterolemiaFamiliar (FHF), deEspaña, una de las más potentes y consolidadas del mundo en este ámbito, quiendemanda que la detección precoz se debe realizar en la edad pediátrica.

Prevenir 30 000 episodios coronarios en España

“Es urgente concienciar a los profesionales y autoridades sanitarias acerca de que el diagnóstico precoz y el tratamiento óptimo de todos los pacientes son una gran oportunidad para prevenir la enfermedad cardiaca prematura y salvar vidas en las familias con HF”, señala Mata, quien reivindica que la HF sea abordada como “una prioridad de Salud Pública”, tal y como concluye el informeLlamada Global a la Acción sobre laHipercolesterolemiaFamiliar, publicado en JAMA Cardiology y en la que participó la FHF española junto con expertos internacionales, y que señala vacíos evidentes en el abordaje de la enfermedad.

Según los datos de esta Fundación, sin el tratamiento adecuado, las personas con HF tienen un riesgo de hasta 20 veces mayor de enfermedad cardiovascular prematura. Pero, si se diagnostica a tiempo y se trata adecuadamente, se pueden prevenir los ataques cardíacos, los accidentes cerebrovasculares y la necesidad de cirugía de revascularización coronaria.

La literatura científica disponible revela que por cada 6 personas adultas con HF que reciben un tratamiento adecuado se evita un infarto de miocardio en los siguientes 10 años. En total, la detección precoz podría prevenir 30.000 episodios coronarios en España, con el elevado coste personal y sanitario que representan, durante la próxima década.

Para José López Miranda, Jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y catedrático de la Universidad de Córdoba, “no es coherente invertir dinero en tratar las consecuencias de la HF, como la enfermedad coronaria, en lugar de invertirlo en un plan de prevención que sería extraordinariamente fácil: con menos de 1 euro se puede hacer una determinación de colesterol en el recién nacido y diagnosticar precozmente la HF y salvar vidas”.

José Antonio Rubio, delegado Territorial de la Junta de Castilla y León en Palencia, ex senador y ponente de la Proposición No de Ley sobre un Plan Nacional de Detección precoz de la HF, lamenta que “es poco serio que desde el año 2010 que se aprobó la Proposición No de Ley, sigamos hablando de la necesidad de poner en marcha este plan”.

España, pionera en investigación

Los investigadores españoles han sido los impulsores del registro internacional de pacientesSAFEHEART, que dirige Pedro Mata, en el que participan30 hospitalesdel Sistema Nacional de Salud de la mayoría de las comunidades, y que han aportado datos de más de 5 400 personas, pertenecientes a más de mil familias con HF durante un seguimiento medio de más de diez años.

“Esta información representa una oportunidad sin precedentes para proporcionar a la Administración sanitaria una hoja de ruta hacia la implementación de las mejores prácticas médicas”, señala el presidente, que alerta de desigualdades e inequidades entre comunidades autónomas, en cuanto a abordaje de esta enfermedad, y que aboga por «la implementación de una estrategia nacional de detección de esta enfermedad”.

En el contexto sanitario actual, la necesidad de una estrategia nacional de HF que garantice el acceso al tratamiento en condiciones de equidad es aún más urgente, ya queun reciente trabajoconcluye que las estatinas, uno de los fármacos que se utilizan para reducir el colesterol, también tienen efectos antiinflamatorios y se ha sugerido que su utilización como terapia asociada para la infección por covid-19puede tener efectos beneficiosos.

Numerosos análisis de casos con esta infección viral revelan que el uso hospitalario de estatinas está asociado con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas y un perfil de recuperación más favorable.

Proyecto de investigación en COVID

Para conocer mejor las necesidades y la evolución futura de los pacientes que han tenido la COVID-19, la FundaciónHipercolesterolemiaFamiliar ha puesto en marcha un proyecto de investigación con el objetivo de identificar la prevalencia de COVID-19 en los pacientes con HF y ver si existen diferencias clínicas significativas con la población general.

Además, en las personas que han tenido la infección se analizará la persistencia de manifestaciones clínicas y otras complicaciones más allá de la fase aguda de la enfermedad. Para esto, se seguirán a las familias que participan en el estudio de seguimiento de HF-estudio SAFEHEART-.

octubre 03/2021 (Diario Médico)

5.-Las infecciones graves en la infancia pueden estar relacionadas con autismo en varones

Un estudio en más de 3 millones de niños, liderado por el español Manuel López-Aranda, indica la asociación en varones entre infecciones en la primera infancia tan graves como para requerir hospitalización y el diagnóstico de trastornos del espectro autista. Los resultados se han publicado en Science Advances.

Desde hace años la ciencia estudia qué factores ambientales –como las infecciones víricas– durante el desarrollo prenatal temprano pueden ser un factor de riesgo para desórdenes como los trastornos del espectro autista (TEA) o la esquizofrenia.Sin embargo, se sabe poco sobre su impacto después del nacimiento.

Para ayudar a llenar este vacío, el equipo del malagueño Manuel F. López Aranda quiso comprender la influencia de estos contagios víricos graves después de nacer en la incidencia de trastornos neuropsiquiátricos en el futuro. La investigación comenzó con una serie de experimentos en ratones.

Primero, analizaron los efectos de la activación inmunitaria en las primeras etapas de la vida en ratones bebés que tenían una sola copia del gen que codifica el complejo de esclerosis tuberosa (Tsc2), asociado con los TEA en seres humanos.

El equipo de Manuel López Aranda ha determinado cuáles son los mecanismos involucrados en el desarrollo de los rasgos autistas y ha conseguido prevenir y revertirlos en ratones

Desde su laboratorio en el departamento de Neurobiología de la Universidad de California, (Estados Unidos), inyectaron a estos roedores y a sus compañeros de camada suero salino o ácido polinosínico–ácido policidílico, un compuesto sintético que provoca una respuesta inmunitaria que imita la infección viral.

Cuando los ratones se hicieron adultos, los científicos descubrieron que los machos (pero no las hembras) que carecían de una copia de Tsc2 –y a los que se les inyectó el compuesto sintético cuando eran recién nacidos– mostraban déficits de memoria social, sin mostrar preferencia por un ratón conocido frente a otro que nunca habían visto. Es decir, se manifestaba un comportamiento similar al de los TEA, según los autores.

“Nuestro trabajo es el primero que determina las bases moleculares y el mecanismo responsable de la interacción entre mutaciones que hacen vulnerable frente al autismo y factores ambientales como las infecciones”, explica a SINC López Aranda.

“Hemos demostrado que la activación del sistema inmunitario(al simular estas infecciones) en ratones con esclerosis tuberosa provoca rasgos autistas, básicamente problemas de memoria social y de comunicación”, añade.“Hemos determinado cuáles son los mecanismos involucrados en el desarrollo de dichos rasgos y de prevenir y restablecerlos en nuestros ratones”.

Punto de partida para revertir el autismo

La buena noticia es que los resultados con ratones han sido confirmados con datos humanos. Los expertos analizaron el historial clínico de casi 3,6 millones de niños y descubrieron que la población masculina diagnosticada con TEA (18 232 individuos) mostraba una mayor prevalencia de infecciones que requerían hospitalización entre los 1,5 y 4 años, en comparación con la población control.

“Este trabajo supone un paso de gigante y abre una puerta para actuar sobre los elementos descubiertos, responsables de los rasgos autistas. Especialmente porque en ratones lo hemos hecho y hemos sido capaces de restablecer todos”, insiste López Aranda.

“Nuestro artículo supone un punto de partida inmejorable para comprobar si se puede revertir el autismo en niños. Especialmente, porque nuestros estudios han determinado las moléculas y el tipo celular responsable de esos rasgos autistas”, continúa. “Además, uno de los compuestos que hemos usado para restablecer los rasgos autistas (la rapamicina) ya está aprobado para uso humano”.

Más datos sobre los TEA

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamenteuno de cada 160 niños tiene TEA.

Los trastornos del espectro autista son un grupo de afecciones diversas. Sus características pueden detectarse en la primera infancia aunque, con frecuencia, no se diagnostica hasta mucho más tarde.

Las capacidades y necesidades de las personas con autismo varían y pueden evolucionar con el tiempo. Aunque algunas pueden vivir de manera independiente, hay otras con discapacidades graves que necesitan constante atención y apoyo durante toda su vida.

Las intervenciones psicosociales basadas en evidencias pueden mejorar las aptitudes sociales y la comunicación, y tener un impacto positivo en su bienestar y calidad de vida y en la de sus cuidadores.

octubre 03/2021 (SINC)

Referencia:

López. Arand M.F. et al: Postnatal immune activation causes social deficits in a mouse model of tuberous sclerosis: Role of microglia and clinical implications. Science Advances DOI 10.1126/sciadv.abf2073 https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abf2073

6.-Un tercio de los casos de bajo rendimiento académico está directamente relacionado con problemas visuales

El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO) recomienda que se realice a los estudiantes una revisión visual al inicio del curso con el objeto de detectar a tiempo estos problemas.

Septiembre es, tradicionalmente, un mes marcado por la ya conocida como vuelta al cole. Con motivo de este regreso de los alumnos a las aulas, desde el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO) de España lanzan a los padres una recomendación: acudir con sus hijos a un establecimiento sanitario de óptica para realizarles una revisión visual con el objeto de detectar a tiempo problemas oculares que puedan afectar negativamente al rendimiento académico.

Este consejo se fundamenta en que, según datos del propio CNOO, uno de cada tres escolares sufre defectos visuales que están directamente relacionados con un bajo rendimiento escolar.

Francisco Zunzunegui, portavoz del CNOO, afirma que una de las grandes prioridades para su institución es la «prevención»; de ahí este llamamiento que lanza a las familias con motivo del arranque del año escolar: «En la mayoría de los alumnos, buena parte de la enseñanza está relacionada con lo visual. Ante problemas prevalecientes (como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y los problemas binoculares), si estos no se abordan a tiempo, pueden repercutir en un bajo rendimiento escolar e impedir que el estudiante pueda seguir la clase con normalidad».

Junto al mensaje dirigido a las familias, Zunzunegui también apunta que, desde la CNOO, consideran que «sería excelente» que desde los sistemas sanitarios autonómicos se generalizasen las iniciativas de prevención centradas en la detección precoz de estos problemas visuales entre los estudiantes.

Evaluaciones más frecuentes

Unido a esto, desde el colegio nacional también aconsejan evaluar el sistema visual de los menores con mayor frecuencia cuando ya se han identificado defectos refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo), ambliopía (ojo vago), estrabismo o alteraciones de la relación acomodación-convergencia.

«Una visión adecuada en edades tempranas es fundamental para garantizar un adecuado rendimiento escolar y el correcto desarrollo de los niños, ya que el canal de entrada de la información es mayoritariamente visual», explica Juan Carlos Martínez Moral, decano del CNOO. Y es que, según afirma, durante la edad infantil «es más fácil la prevención y la rehabilitación de cualquier alteración relacionada con el desarrollo visual».

Signos de sospecha

Desde la entidad colegial defienden que la identificación temprana de los problemas visuales en la infancia puede ser primordial, ya que, si no se tratan a tiempo, pueden afectar a la habilidad del menor para aprender y a su adaptación al colegio. Por ello, han elaborado una serie de consejos y pautas que pueden ayudar a detectar signos y síntomas que indiquen la existencia de alguna anomalía visual en los menores.

  • Prestar atención a si el niño se acerca mucho a los libros o a la televisión.
  • Observar si se distrae mucho al leer o muestra baja comprensión lectora.
  • Ver si se fatiga frente a los estímulos visuales que requieran atención.
  • Observar si presenta una mala escritura a mano.
  • Ver si se pierde entre líneas cuando lee o usa el dedo para guiarse por el texto.
  • Comprobar si se frota los párpados con frecuencia.
  • Fijarse en si cierra un ojo para leer, ver la tele o enfocar mejor.
  • Observar si padece dolores de cabeza o cansancio en los ojos, sobre todo después de realizar tareas de cerca.
  • Prestar atención a si muestra sensibilidad a la luz o tiene lagrimeo excesivo.
  • Ver si ladea la cabeza para ver mejor.
  • Estar atentos a si muestra malos resultados académicos.

Uso excesivo de pantallas durante la pandemia

Desde el CNOO advierten de que la pandemia de la COVID-19 ha traído consigo el «uso excesivo» de pantallas y la limitación de las actividades al aire libre, «factores que, en conjunto, pueden generar y agravar algunos de los signos y síntomas visuales anteriormente citados». En este sentido, destacan que una de las afecciones más comunes es el síndrome visual informático (SVI), que puede provocar visión doble y/o borrosa, dolor de cabeza, sequedad ocular, ojos rojos o mareos, entre otros síntomas.

A esto, Zunzunegui añade que la pandemia a traído consigo un «sobre esfuerzo de las visiones cercanas»; algo que, por una parte «ha sacado a la luz muchas ametropías leves, que han empezado a manifestarse en signos y síntomas por ese exceso del trabajo de cerca», y por otro, ha venido acompañado de un aumento de la prevalencia de la miopía. «Hay evidencia científica que muestra ese crecimiento. Aún no hay estudios concluyentes que achaquen ese incremento al exceso de trabajo de cerca, pero todo apunta a que es un factor importante, aunque se sigue investigando en ello», explica.

Un espacio adecuado

Ante este escenario, y para evitar las consecuencias de un uso abusivo de los dispositivos electrónicos, desde el colegio nacional aconsejan adecuar los espacios de estudio de tal manera que faciliten una buena ergonomía visual.

Entre las indicaciones para conseguir este fin, se recomienda configurar los monitores para que tengan una buena iluminación, con un contraste óptimo y evitando los reflejos en la pantalla; relajar la vista cada cierto tiempo mirando objetos o puntos lejanos; mantener una postura correcta mientras se lee, estudia o se siguen sesiones on line, y ubicar el monitor ligeramente por debajo de la altura de los ojos.

«Además, la utilización de la regla 20/20/20 ayuda al descanso de la vista. Esta consiste en que cada 20 minutos se descanse durante 20 segundos mientras se observa cualquier objeto a más de 20 pies (poco más de 6 metros). De esta manera se relaja tanto la acomodación como la convergencia, dos sistemas visuales implicados al realizar tareas cercanas», concluyen desde el CNOO.

octubre 03/2021 (Diario Médico)

Selección, edición y composición: Dra. María Elena Reyes González

octubre 4, 2021 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: |

may

24

Boletín de Noticias Al Día

Fecha: lunes, 24 de mayo de 2021

Año: 28 No. 122

Titulares

1.-El futuro de la Atrofia Muscular Espinal es ahora

2.-Descubren los primeros genes asociados a los acúfenos

3.-Cómo puede afectar la catástrofe de la India a la vacunación en Europa

4.-Diarrea y dolor abdominal en niños: posible alerta de giardiasis

5.-COVID-19 y enfermos autoinmunes: una caja de sorpresas

6.-India enfrenta escasez de antimicótico de cara a nueva complicación de casos COVID-19

Noticias ampliadas:

1.-El futuro de la Atrofia Muscular Espinal es ahora

La Atrofia Muscular Espinal (AME) es una enfermedad progresiva de origen genético que afecta a las motoneuronas del asta anterior de la médula espinal, provocando su desaparición, lo que condiciona que los músculos no reciban información y dejen de ejercer su función. Es, por tanto, una enfermedad neuromusculargrave y progresiva, que es la causa genética más común de mortalidad infantil y una de las enfermedades raras más frecuentes, que afecta aproximadamente a uno de cada 10 000 bebés.

Según Ignacio Málaga, presidente de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), el conocimiento actual es amplio, “si bien es cierto que todavía existen aspectos que quedan por resolver”.

A su juicio, desde el punto de vista fisiopatológico ha sido clave la investigación genética, ya que ha permitido entender que los distintos subtipos de AME vienen determinados no sólo por la mutación del gen responsable (SMN1) sino también por el número de copias de un segundo gen que tiene cada individuo a modo de copia de seguridad (SMN2), conocimiento que, en último término, “ha permitido el desarrollo de las nuevas terapias que actúan, bien directamente sobre SMN1 (con terapia génica con molélulas como onasemnogene y abeparvovec) o modulando y potenciando la función SMN2 (con nusinersen y risdiplam)”.

Diversos abordajes

La AME es una enfermedad autosómica recesiva, y se estima que la tasa de portadores es de 1 de cada 40-50 personas sanas, siendo considerada como la segunda enfermedad autosómica recesiva más frecuente. “Este es el factor de riesgo principal que hoy en día sería posible minimizar mediante cribados poblacionales de portadores”.

Según diversos estudios internacionales, se estima que esta enfermedad tiene una prevalencia global, en la que se incluyen todas las formas clínicas de AME, de 1-2 casos por 100 000 habitantes, con una incidencia de 8 casos por 100 000 habitantes. De los trabajos realizados en España, se estima una proporción similar en nuestro país. En Estados Unidos, con 330 millones de habitantes, se estimaque hay entre 10 000-25 000 enfermos con AME.

Málaga indica, en el momento actual existen tres tratamientos para el manejo de la AME, aprobados tanto por la FDA estadounidense como por la Agencia Europea del Medicamento (EMA): “Nusinersen, un fármaco de uso intratecal compuesto por un oligonucleótido ‘antisentido’ que modifica la transcripción de SMN2 mediante una técnica llamada ‘splicing’. Esta modificación produce que SMN2 genere en cantidad suficiente la proteína que debería producir SMN1, no funcional en estos pacientes”.

Prosigue con la terapia génica Onasemnogene abeparvovec que hace que el paciente recupere la función del gen SMN1, insertando una copia funcional del mismo en el ADN del paciente mediante un vector vírico; un adenovirus modificado serotipo 9, y que se administra en forma de una única dosis intravenosa”. Finalmente, prosigue el neuropediatra, la última estrategia en llegar ha sido risdiplam, “un tratamiento oral que al igual que nusinersen, actúa sobre SMN2, modificando su transcripción mediante ‘splicing’ del ANRm y provocando así que se genere la proteína que debería producir SMN1”.

La importancia de la detección precoz

En estos momentos, y a pesar de la existencia de estas terapias, “el tiempo es la principal limitación del tratamiento, ya que a medida que la enfermedad avanza, la población de motoneuronas disminuye. Un retraso diagnóstico implica un inicio del tratamiento más tardío sobre una población de motoneuronas más reducida. Todo ello reduce mucho la efectividad de los fármacos ya que los tratamientos impiden la progresión de la enfermedad, aunque por el momento no la revierten”.

Tarde o temprano se implantarán programas de cribado neonatal que permitirán tratar en fase pre sintomática y reducirá las formas más graves de la AME

Pone así el acento en la mejora de los diagnósticos, ya que una detección precoz permitirá iniciar la terapia cuanto antes, propiciando que el tratamiento sea más efectivo y el pronóstico mucho más favorable. «Estoy convencido de que, tarde o temprano, se implantarán los programas de cribado neonatal, lo que nos permitirá tratar a los pacientes en fases muy precoces, presintomáticos, con lo que las formas graves de la enfermedad disminuirán drásticamente y en unas décadas puedan desaparecer”.

La molécula recientemente incorporada, risdiplam, cuyo nombre comercial es Evrysdi, acaba de ser aprobada, según la misma empresa, por la Comisión Europea para el tratamiento de la AME, en pacientes a partir de dos meses de edad, con un diagnóstico clínico de AME tipo 1, tipo 2 o tipo 3 o con una a cuatro copias de SMN2.

El presidente de la SENP, considera que es la molécula más novedosa y que aporta una notable ventaja: “por ahora, es el único fármaco para el tratamiento de la AME que permite su administración en el domicilio y por vía oral, se dispensa en forma de jarabe, en una sola toma al día, lo que facilita la labor de los padres o cuidadores. En el paciente pediátrico, el tratamiento domiciliario asegura menos ingresos hospitalarios y reducir las técnicas invasivas, lo que mejora enormemente la calidad de vida del paciente y su familia. Su seguridad, tolerabilidad y eficacia han sido evaluados en distintos ensayos clínicos, siendo dos de ellos clave para su aprobación por la FDA y la EMA”.

El primer ensayo clínico con esta molécula, el NCT02913482, llevado a cabo en 21 lactantes con AME tipo 1, la forma más frecuente y grave, ha demostrado que el 41 % de los pacientes tratados con risdiplam “mantenían su capacidad muscular y, por consiguiente, seguían adelante con su desarrollo, y el 81 % seguían vivos y sin necesidad de soporte ventilatorio continuo a los 23 o más meses de tratamiento, hecho casi imposible en niños no tratados”.

El segundo, el NCT02908685, fue un estudio randomizado controlado con placebo y fue llevado a cabo en pacientes con formas de AME de inicio más tardío: 150 pacientes de entre 2 y 25 años. En este estudio “los resultados de función motora fueron significativamente mejores en los pacientes tratados frente a los que recibieron placebo. Los resultados de estos dos estudios permitieron que la FDA autorizara su uso en agosto de 2020 para la AME en sus tres formas principales (tipo 1-3)”.

Según Málaga, el futuro terapéutico de la enfermedad “es ahora”, subrayando que hace pocos años “pensábamos que la terapia génica o la modulación de genes era inalcanzable o algo muy lejano y ahora mismo está disponible y lista para ser usada. En los próximos años veremos la cura o el tratamiento de muchas otras enfermedades graves de origen genético, hasta ahora intratables. Aprenderemos a usar bien los distintos tratamientos y, con total seguridad,los perfeccionaremos”.

Caos, dolor…y esperanza

Rodrigo Gómez sabe de lo que habla y a lo que se enfrentan él, su familia y supequeño de tres años afectado de Atrofia Muscular Espinal. “La lista de problemas es casi interminable”, dice, pero lo más duro es que los niños afectados por esta enfermedad se enfrentan, en primer lugar, a una esperanza de vida de menos de dos años, en el caso más severo de sus tipologías, siendo esos dos años en unas condiciones muy duras e intervenidas.

“Quienes reciben tratamiento y les resulta efectivo tienen por delante intensas sesiones de fisioterapia, numerosas consultas médicas y una más que probable intervención en la espalda debido a diversas desviaciones. La logística para las familias es muy compleja para coordinar el seguimiento médico, las terapias físicas, las ortopédicas, los trámites administrativos y económicos para acceder a las limitadas ayudas.Existe todo un espectro de consecuencias para el bienestar de pacientes y familias. La vida social se complica para todos, las consecuencias psicológicas y procesos de aceptación de la situación son en ocasiones muy complejas”. Y sin olvidar el esfuerzo económico de las familias, que “es enorme. Todos los recursos de una familia pasan a estar centrados en las necesidades del pequeño. Un niño, para acceder a las mejores condiciones posibles, necesita cifras no al alcance de la mayoría de las familias por lo que en ausencia de suficiente soporte institucional los pacientes rara vez disponen de todas las condiciones para su mejor desarrollo”.

Rodrigo es miembro de la Fundación de Atrofia Muscular Espinal de España (FundAME España), asociación en la que los afectados y sus familias son protagonistas activos de una enfermedad para la que se vislumbran mayores esperanzas, como, por ejemplo, la autorización del hasta ahora primer y único tratamiento que puede administrarse en casa, el risdiplam, aunque sus peticiones se resumen en una: “Necesitamos más fármacos”, dice Rodrigo Gómez.

“Nusinersen fue un gran éxito; Zongelsma es una gran promesa que aún no ha llegado a nuestro país, pero todos ellos son incompletos, pues no funcionan en todos los pacientes por igual”. Y refuerza su afirmación en que “no es nada fácil mirar a tu hijo de tres años el día anterior a su punción lumbar, que se produce cada tres meses, y pensar que eso es de por vida y que tienes que considerarlo una bendición o un milagro…”

El nuevo fármaco oral, risdiplam, “abre nuevas posibilidades también a quienes, por diversas razones, no pueden acceder a otros fármacos y amplía el horizonte de poder combinar fármacos. Sin duda, los pacientes estamos con mucha expectación ante su llegada. Su potencial eficacia debe demostrarse en el mundo real y para cada paciente en concreto. Pero, sin duda, seguiremos necesitando más fármacos, más terapias génicas que, por ahora, son ‘parches’ que nos cambian la vida, pero no revierten los efectos de la AME”.

De lo que está convencido es del papel que juegan las asociaciones de pacientes, incluso para el avance terapéutico.En el caso de su asociación, FundAME, no oculta que “casi se me caían las lágrimas cuando tuve la oportunidad de agradecer a los patronos todo el trabajo que hicieron para que los niños que llegan al mundo hoy en España con esta afección tengan disponible los tratamientos. En muchos casos, sus propios hijos apenas se benefician de lo que para mi hijo ha sido una oportunidad inigualable.

Pero, llevan décadas aprendiendo, financiando y colaborando con administraciones, especialistas y familias para que los pacientes tengan las justas oportunidades que merecen.

mayo 23/2021 (Diario Médico)

2.-Descubren los primeros genes asociados a los acúfenos

El estudio de los acúfenos severos en distintas enfermedades podría asentar sus mecanismos moleculares y ayudar al diagnóstico precoz y a la aplicación de nuevos fármacos terapéuticos.

“Los acúfenos, conocidos también como ruidos en los oídos, son la percepción de un sonido en los oídos o en la cabeza y se asocian, en más del 90% de los casos, con hipoacusia neurosensorial. Es un síntoma que presenta hasta el 15 % de la población y es referido como zumbidos, pitidos o ruidos graves o agudos que pueden escucharse de forma temporal o crónica y en un 1 % de la población pueden llegar a ser invalidantes”, explica José Antonio López-Escamez, investigador del Centro de Genómica e Investigación Oncológica (Genyo) y especialista en Oto neurología del Hospital Virgen de la Nieves, de Granada, que ha coordinado una investigación internacional en la que se han descubierto los primeros genes asociados a los acúfenos.

Se trata, según el también profesor de la Universidad de Granada y director científico del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.Granada), de los genes ANK2 y TSC2 que, aunque se han relacionado previamente con otras enfermedades, es la primera vez que se asocian con acúfenos.

“ANK2 codifica una proteína de unión al citoesqueleto, anquirina 2 que es esencial en la formación del segmento inicial del axón en las neuronas. Mutaciones en este gen se habían asociado a un tipo de arritmia, el síndrome QT largo tipo 4, así como al trastorno del espectro autista. El gen TSC2 codifica para una proteína supresora de tumores que regula la actividad de la ruta mTORC1. La sobreexpresión del complejo TSC suprime la formación de axones y su ausencia induce la formación de axones ectópicos. Ambas proteínas son esenciales para la función de los axones y ANK2 participa en la ramificación axonal y la conectividad inter neuronal. Este podría uno de los mecanismos moleculares que explicaría los cambios que ocurren entre las conexiones neuronales después de la pérdida de audición”, indica el investigador.

Exceso de mutaciones raras

El acúfeno severo tiene un componente hereditario que se ha demostrado en estudios de agregación familiar y de concordancia entre gemelos. En el nuevo trabajo, que publica Ebiomedicine, el equipo de investigación ha identificado un exceso de mutaciones raras en los genes ANK2 y TSC2 en pacientes con enfermedad de Menière y acúfeno severo.

La enfermedad de Menière es un trastorno del oído interno que presenta pérdida de audición, episodios de vértigo y acúfenos. Estos resultados se han validado en un segundo grupo de pacientes suecos con acúfenosy no se encontraron en una tercera cohorte de pacientes con epilepsia.

Según López-Escamez, el estudio ha identificado variantes raras en los genes ANK2 y TSC2 en pacientes españoles con enfermedad de Menière y acúfenos severos (seleccionando individuos > percentil 90 evaluados mediante el Tinnitus Handicap Inventory). Este exceso de variantes raras se ha replicado en individuos de Suecia con acúfenos que no tenían enfermedad de Menière, pero no en una tercera cohorte de pacientes con epilepsia, por lo que los hallazgos parecen ser específicos de los acúfenos severos.

El genANK2se ha relacionado con el autismo, un trastorno del desarrollo que también cursa con aumento de la sensibilidad al ruido. “La hipersensibilidad al ruido o hiperacusia es un síntoma diferente al acúfeno y este es el síntoma que se ha observado en algunos casos de autismo. No sabemos si las personas con trastorno del espectro autista tienen acúfenos, aunque lo que sí hemos observado es que la mayoría de los pacientes con acúfeno severo, presentan también hiperacusia”.

Interferencia de otros factores

En este trabajo, que forma parte de la tesis doctoral de Sana Amanat, estudiante pre doctoral del Programa de Biomedicina de la Universidad de Granada y de la European School for Interdisciplinary Research on Tinnitus, y en cuya elaboración han participado con diversos centros de España, Suecia, Reino Unido y Luxemburgo, también se sospecha que en el origen de los acúfenos, además del peso de estos genes, podrían influir otros elementos.

“Efectivamente, existen factores ambientales, como la exposición al ruido, u otras enfermedades que se asocian con la aparición de acúfenos, como la hipertensión arterial, la migraña, el trastorno depresivo o la ansiedad. De todos, el más frecuente es la hipoacusia neurosensorial que se observa en más del 90 % de los pacientes con acúfenos”.

No obstante, y con vistas a la posible detección precoz de esta alteración, López-Escamez considera que no tiene sentido actualmente plantearse un cribado que incluyera estos dos genes. “Los estudios genéticos tienen que continuar. Tenemos que definir mucho mejor la contribución genética a los acúfenos severos, mediante estudios del genoma en familias con hipoacusia y acúfenos, individuos con inicio precoz, así como estudios funcionales en modelos celulares y animales con mutaciones en ANK2 o TSC2 para demostrar el efecto patogénico de estas variantes raras”.

En estos momentos, no existe un tratamiento farmacológico para los acúfenos. Es un síntoma que se observa en el 15 % de la población, pero se considera un trastorno solo si se asocia con una alteración emocional, deterioro cognitivo o cambios de comportamiento que produce una discapacidad funcional. “El tratamiento actual de los acúfenos se realiza mediante el tratamiento de la hipoacusia (adaptación de audífonos), consejo terapéutico (psicoterapia), terapia sonora con generadores de sonidos y terapia cognitivo-conductual”.

Pasos para la valoración objetiva

Sin embargo, en el futuro, el estudio de los acúfenos severos en distintas enfermedades podría conducir a la identificación de los mecanismos moleculares, el diagnóstico precoz y la aplicación de nuevos fármacos para su tratamiento. En este sentido, el director de la investigación indica que aún es pronto para hacer una valoración del descubrimiento en cuanto a sus potenciales aplicaciones en la clínica.

“Cuando dispongamos de fondos para realizar estudios en modelos celulares y animales, podremos hacer una valoración objetiva. El siguiente proyecto será la generación de líneas celulares procedentes de pacientes con mutaciones en ANK2 -mediante la reprogramación de linfocitos a células madre-, y la posterior diferenciación de las células madre a neuronas para estudiar las conexiones inter neuronales ‘in vitro’. Queremos, además, generar un ratón mutante para ANK2 para estudiar las conexiones y la actividad cerebral en diferentes regiones cerebrales en este modelo”.

mayo 23/2021 (Diario Médico)

3.-Cómo puede afectar la catástrofe de la India a la vacunación en Europa

Si a pesar de vivir en un mundo globalizado aún hay quien piensa que lo que sucede en un pequeño y remoto rincón de algún país no tiene consecuencias en todo el planeta, solo tiene que remontarse a finales de 2019 y pensar en Wuhan. Lo que vino después, la historia de esta pandemia, lo hemos vivido todos. En el momento actual una crisis azota a la considerada farmacia del mundo, la India, y en uno de los momentos en los que más la necesitamos, en pleno proceso de producción de vacunas para frenar la pandemia. ¿Cómo puede afectar la catástrofe que vive el país asiático en la vacunación?

Antes de la COVID,la India ya producía en torno al 60 % de las vacunas del mundopara enfermedades como la difteria, la tuberculosis, el tétanos o el sarampión.

Su capacidad tecnológica de producción de vacunas es incomparable con ningún otro país. Concretamente, el Instituto Serum, que produce la vacuna Covishield desarrollada por Oxford-AstraZeneca, es el mayor productor de vacunas del mundo por volumen. El propio instituto calcula que puede producir unos 3 000 millones de dosis durante un año, lo que podría serla cuarta parte de todas las vacunas que se producen en el mundo.

A pesar de su capacidad de producción de vacunas, India carece de suministros médicos y tecnología en su sistema de salud, que estáabsolutamente desbordado ante la evolución epidemiológica del país. Recientemente se registró un nuevo récord de contagios: 414 188 en 24 horas, así como 3 915 fallecidos. Ya son más de 20 días consecutivos con más de 300 000 contagiosy el ritmo de vacunación paradójicamente en el mayor productor de vacunas del mundo es muy lento (solo el 9,5 % de la población ha recibido al menos una dosis y solo el 2,3 % tiene la pauta completa, segúnOur World in Data).

Las numerosas críticas, en este sentido, al Gobierno indio por no anteponer las necesidades del paísllevaron en marzo a los primeros frenos en el suministro de vacunaspara impulsar la vacunación dentro de India, lo que ralentizó la campaña británica, que lleva un retraso de varias semanas en la entrega del segundo lote (5 millones de los 10 totales) de la vacuna de AstraZeneca fabricada por el Instituto Serum.

Hace un par de semanas, la canciller Ángela Merkel manifestó su preocupación por la llegada de medicamentos, ante la emergencia en India, en una conversación con el Partido Popular Europeo, según recogía el periódico Welt.

También fue crítica respecto a la dependencia de la producción india, que «podría tener consecuencias en vista del programa de vacunación, que ha sido catastrófico durante mucho tiempo en la Unión Europea (UE)».

«Los problemas de producción y abastecimiento en la India creemos que le está pasando como a todos los procesos de producción, que de inicio siempre hay más problemas y por lo tanto está respondiendo más lentamente a las expectativas generadas.Se están pidiendo miles de millones de vacunas y el sistema está muy estresado», indica Rafael Vilasanjuan, director de Análisis y Desarrollo en ISGlobal,

centro impulsado por Fundación La Caixa, y miembro del Comité de Dirección de GAVI (Alianza para la Vacunación).

«Toda la cadena de producción está en estos momentos tocada, en parte, por el estrés que vive y, en parte,por las medidas proteccionistas que se están poniendo en todos los países. Las vacunas tienen entre 200 y 300 componentes cada una, incluyendo el vial, el tapón del vial, las materias primas… De esos 200-300 elementos, el 90 % son comunes para todas, y por lo tanto ahí hay una demanda mundial enorme. Mucha parte de estos componentes se hace en Occidente. Hace algunas semanas, por ejemplo, el Serum Institute pidió al Gobierno indio que presionara al Gobierno estadounidense para que levantara las restricciones que había para la exportación de los filtros de decantación porque se habían quedado sin ese material para poder decantar vacunas», explica Vilasanjuan.

Al margen de que la cadena de producción esté conectada a nivel global por sus componentes, ¿pueden suponer un problema para Europa las restricciones indias a la exportación de AstraZeneca? «Hay dos vacunas aprobadas contra la COVID en India en este momento: Covaxin, que es licencia india de Bharat Biotech, y la de AstraZeneca [conocida como Covishield, con licencia y fabricación del Instituto Serum]; Novavax, otra de las vacunas en las que Europa tiene puesta cierta confianza, está por aprobarse. Esa producción del Serum Institute no viene a Europa».

Cuando los mecanismos regulatorios, como la FDA en Estados Unidos o la EMA en Europa, aprueban una vacuna, argumenta,«no están aprobando únicamente el antígeno, eso ya lo aprueban a raíz de los ensayos clínicos,lo que aprueban es la calidad y seguridad de todo el proceso de producción y también qué plantas productoras pueden hacer la vacuna. Para la vacuna contra la COVID existen pocas probabilidades de que a Europa nos lleguen dosis indias, tendría que darse una escasez absoluta y que se validara puntualmente. Una parte muy importante de esa producción va para Asia, la propia India y también para África y parte de Latinoamérica», recalca Vilasanjuan.

Todo ello a través del mecanismo Covax, la plataforma puesta en marcha por GAVI, la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), para garantizar un acceso justo y equitativo a las vacunas para todos los países del mundo. Según Vilasanjuan, las restricciones a la exportación han provocado unretraso en la llegada a Covax de 190 millones de dosis para 92 países del mundo. «En estos momentos Covax solo ha sacado 52 millones de dosis para estos 92 países, que es muy poco, sobre todo para las previsiones de llegar a 2 000 millones a final de año».

El problema de las nuevas variantes

Sin embargo, el experto señala que la situación en India puede afectar de otras formas. «El riesgo fundamental para Europa es el derivado deno tomar la cuestión global como prioritaria, es decir, que el 90 % de las vacunas que tenemos ahora cubran al 10 % de la población mundial eso no va a parar a la COVID, nos va a ofrecer mejores condiciones internas, pero hay tres cuestiones claras: habrá que seguir cerrando fronterascon India, con África, Latinoamérica… En todos esos países, sin vacunas, se va a retrasar el freno a la pandemia. Otra cuestión, más peligrosa, eslas variantes que todo esto puede generar y que podrían desactivar la eficacia de las vacunasque ya nos han puesto en Occidente, y nos podría hacer volver al punto de partida».

Además, «otro riesgo, del que se habla poco, pero hay que tenerlo en cuenta, es que la producción de vacunas contra la COVID no debería dejar de producir vacunas para el resto de enfermedadesporque esas también podrían generar mutaciones de virus que llegaran, de manera mucho más agresiva, a países donde ya las tenemos controladas o erradicadas».

Así, la OMS ha advertido que debido a la pandemia se han detenido las vacunaciones contra otras enfermedades, lo que pone en peligro la salud de 228 millones de personas en el mundo, en su mayoría niños. Algunos países han retomado las inmunizaciones, peroel 37 % de los países tienen las inoculaciones interrumpidas. Concretamente contra el sarampiónson las que más se han visto afectadas, enfermedad que antes de la COVID-19 ya había aumentado.

Para Vilasanjuan lo único que tenemos hoy por hoy para parar la pandemia son las vacunas, «por eso es fundamental que se adopten todas las medidas necesarias para producir más, para distribuir de manera más equitativa.Equitativamente quiere decir que tenemos que hacer frente en aquellos lugares en donde la pandemia tenga picos. Si ahora mismo tenemos a la India con un pico tenemos que poner toda la carne en el asador y dejar zonas donde no hace falta tanta vacuna».

¿Se refiere a los países que van muy avanzados en su vacunación, como Israel, Reino Unido o Estados Unidos? «No necesariamente, también países como Australia, donde hay una incidencia de la enfermedad muy menor y puedes ir vacunando tranquilamente mientras llevas el máximo posible de vacunas a India, a África o zonas donde la epidemia está subiendo, también en Latinoamérica. Covax tiene el proyecto de llegar al 20 % de la población de todos esos países a final de año. Ojo, mientras en Occidente hablamos del 80 %, decimos 20 % en el resto del mundo, eso no es equidad y por tantova a costar mucho frenar la epidemia si no tenemos una visión más global».

¿Cómo aumentar la producción?

A partir de ahí, según Vilasanjuan, hay que abordar varias estrategias y deben liderarlas los países occidentales. «Lo primero esaumentar la producción de vacunasy eso solo pasa por dos cosas: crear más factorías, más plantas de producción, y eso en el corto plazo no va a pasar, o utilizar todas las plantas de producción que existen y que ahora mismo no están produciendo vacunas. Para ello hay que utilizar la flexibilidad de los acuerdos de laOrganización Mundial del Comercio (OMC)».

Y aquí es donde llegamos al gran debate internacional de estos días:las patentes.

«Es decir, para que te produzca Pakistán tienes que flexibilizar la licencia de las patentes porque ellos no pueden acceder a ellas. Es verdad que junto a eso hay que transferir el conocimiento, pero hay plantas de producción en según qué países que podrían producir con el conocimiento actual en base a acuerdos una vez flexibilizada la patente, y eso por otra parteforzaría a la industria a llegar a más acuerdos de los que está llegando en este momento».

Vilasanjuan destaca que «cuando se habla de decir ‘hay que acabar con el sistema de patentes’, primero, no servirá para esta pandemia; segundo, el sistema que hay es el que hay y no existe una alternativa, luego es absurdo buscar soluciones que no van a producir nada. Peroen los acuerdos mundiales de la propiedad intelectual sí que existe capacidad de flexibilizar la licencia de patentes durante las pandemiasy ese sería el punto crítico, que por cierto se va a debatir otra vez en la OMC. Ese es un punto para aumentar la producción».

Otra estrategia esaumentar las cifras de vacunación más allá de los países occidentales. «Y ahí donde sabemos que hay mucha más compra de la que hace falta para parar la pandemia se debe empezar a trabajar en dos ámbitos. Por un lado, financiar Covax. Estados Unidos y Alemania han puesto dinero, pero faltan todavía 2 000 millones de dólares, la UE debería liberar también una apuesta en común,ya no solo porque sea una cuestión solidaria, sino porque es una cuestión pragmática: nuestras fábricas no podrán producir si no vienen los elementos de todos esos países y esos países no podrán producir mientras estén bajo los efectos de una pandemia de estas características. Luego es un argumento también económico», indica el especialista.

«Y, por otro lado, y más importante, es que no hay que esperar a que aquí tengamos vacunado al 100 % de la población o al 80 % de la población, ni siquiera al 50 %.Hay que empezar a compartir dosis ya en función de la capacidad de los paísesy eso solo se puede hacer a través de un mecanismo multilateral, y el único que existe es Covax».

Argumenta que «no se puede hacer país a país porque generaría distintas velocidades. Si cada país decide dar dosis unilateralmente a los ‘países amigos’ no hay ninguna garantía de que esto se haga con equidad, de que frenemos la pandemia, porque un país recibirá de muchos, otro de ninguno y además cada uno recibirá las dosis de diferentes laboratorios, con logísticas diferentes y sin ningún criterio. La solución pasa por Covax, no es un mecanismo fácil, pero hay que activarlo ya,no podemos esperar a que queden los restos de nuestra vacunación para dar las vacunas que nos sobren», hace hincapié Vilasanjuan.

Preguntando al experto su opinión sobre las voces críticas que, ante el anuncio de esas donaciones de vacunas, piensan que primero debemos inmunizar a toda nuestra población antes de regalar dosis, Vilasanjuan lo tiene claro: «No estamos regalando nada, estamos haciendo frente desde la capacidad. Hay una cosa que la gente tiene que tener muy clara: la decisión de la UE de que un ciudadano en Rumanía y uno en España se vacunen al mismo tiempo que uno en Berlín es una decisión inteligentísima que solo obedece a una razón:solo un país puede comprar a este precio, en esta cantidad y con estas condiciones que es Alemania, ninguno más, ni Francia, ni España y por supuestísimo no Bulgaria, Hungría o Rumanía».

«Cuando compras a riesgo tienes que apostar por muchas vacunas, no solo por una porque ¿y si esa luego no sale? Tienes que comprar seis, siete u ocho y nadie hubiera estado en capacidad de hacer eso, solo Alemania. Eso nos hubiera llevado a cerrar las fronteras internas de la UE porque no tendríamos el mismo nivel de vacunación y el comercio europeo se hubiera ido al traste», explica.

Vilasanjuan subraya que esto mismo hay que pensarlo «hacia fuera, fuera de las fronteras europeas nos pasa lo mismo con el mundo, es el mismo razonamiento. No nos podemos responsabilizar de todas las vacunas que se necesitan, pero necesitamos frenar la pandemia a un cierto nivel, desde el punto de vista pragmático, para que se vuelva a recuperar el comercio mundial, para que se puedan recuperar los viajes y toda una serie de cosas que ahora mismo no tenemos, para que funcione económicamente nuestro país. Es una inversión. Eso no es regalar, eso es ser pragmático».

mayo 23/2021 (Diario Médico)

4.-Diarrea y dolor abdominal en niños: posible alerta de giardiasis

El diagnóstico precoz y diferencial de la giardiasis en niños con síntomas es vital por su prevalencia y para un manejo adecuado que evite empeoramientos e ingresos hospitalarios.

La giardiasis es una parasitosis gastrointestinal que causa diarrea y dolor abdominal y, según un estudio observacional realizado por investigadores del Grado en Medicina de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Castellón, en colaboración con los Servicios de Pediatría y Microbiología del Hospital Universitario de La Plana, de Villarreal, por su prevalencia debe ser considerada como un diagnóstico probable de enfermedad gastrointestinal en los niños con diarrea y dolor abdominal.

El estudio, publicado en Anales de Pediatría, revista de la Asociación Española de Pediatría (AEP), incide en que un correcto manejo clínico cuando los pacientes pediátricos presentan esta sintomatología, contribuirá a reducir la posibilidad de empeoramiento, evitándose el ingreso hospitalario y reduciendo su impacto económico en términos de coste sanitario, que el estudio ha cifrado en 117 euros por paciente.

Genotipos zoonóticos

Según explica Pasqual Gregori, pediatra del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario de la Plana, “la giardiasis es una parasitosis gastrointestinal producida por Giardia duodenalis, con distribución mundial y considerada por la OMS como una enfermedad desatendida, cuyo principal grupo de riesgo es la población pediátrica”.

El grupo de investigación previamente había realizado y publicado en BMC Veterinay Reseach (2018) y Vector-Borne and Zoonotic diseases (2019) el resultado de un estudio sobre la parasitación en los perros de la provincia de Castellón, dónde la Giardia duodenalis genotipo AII, BIII y BIV, que son genotipos zoonóticos, ocasionaba el 36,5 % (IC 95 %:31,6-41,7) de estas parasitaciones. “El siguiente paso era investigar la presencia de este parásito en nuestra población infantil”, destaca Gregori.

A partir de ese punto, el equipo investigador, integrado por Zóser Saura y Miriam Villanueva, graduados por la CEU-UCH de Castellón en Medicina y Enfermería, respectivamente; Isabel Aleixandre, Antonio Real y Paula Sánchez Thevenet, profesores de Facultad de Ciencias de la Salud de la misma universidad; y Oscar Pérez Olaso y Pasqual Gregori, del Hospital Universitario de La Plana, realizaron un estudio observacional de los casos de giardiasis en menores de 15 años atendidos durante el periodo 2012-2019 en el Departamento 3 de Salud de la provincia de Castellón.

Durante esos siete años, se registraron y analizaron 190 casos de giardiasis en menores de 15 años con una tasa de incidencia (Ti) 0,9 casos/ 1 000 habitantes (IC 95 %: 0,8-1,1), un 55 % de los cuales se produjeron en niños de 0 a 4 años, mayoritariamente entre los meses de agosto a noviembre. Los síntomas más frecuentes fueron diarrea (42 %) y dolor abdominal (34 %), aunque también se detectaron otros como fiebre (22 %), anorexia/pérdida de apetito (16 %), heces con sangre, moco y pus (10 %), odinofa*gia/dispepsia (8 %) vómitos (7 %).

Malabsorción de fructosa

Destaca además que el 36 por ciento de los casos presentaron comorbilidades, cursaron simultáneamente con, por ejemplo, dermatitis atópica (12 %) e intolerancia a la lactosa o a la fructosa (6 %). Asimismo, el 13 % de los casos presentaron coinfección con otros microorganismos como Campylobacter spp (5 %), Blastocystis sp (4 %) rotavirus (0,5 %), entre otros y se registraron un 8 % de recidivas o reinfecciones tras su tratamiento inicial. “La frecuencia de aparición se encuentra dentro de los valores esperables según lo reportado por otros estudios. Nuestra investigación describe la asociación significativa entre la presencia de este parásito y la malabsorción de fructosa, con un rol como factor agravante o desencadenante de los parásitos todavía por definir, así como la asociación entre la estación del año y el aumento del número de casos de giardiasis, que en nuestra región se da a finales del verano y principios del otoño, lo que pudiera sugerir una transmisión de origen hídrico debido al uso de aguas recreativas”, apunta el pediatra.

Tras el análisis de los resultados obtenidos, el equipo investigador concluye que la giardiasis debe ser considerada como un diagnóstico probable de enfermedad gastrointestinal en los niños con diarrea y dolor abdominal.

Respecto a su tratamiento, apunta Gregori, “los pacientes diagnosticados de esta parasitosis deben recibir el tratamiento antiparasitario adecuado, que suele ser metronidazol en pauta estándar, y se debería realizar un control pretratamiento, dado que la frecuencia de la resistencia de Giardia a metronidazol está aumentando y es necesario reconocer el fenómeno en cada área geográfica”.

Reportar la curación por reinfección

Es importante reportar la curación clínica en la historia del paciente, ya que las reinfecciones son particularmente frecuentes en menores de cinco años, “y por tanto, esto contribuiría a no confundirlas con una recidiva derivada de una resistencia o por falta de adherencia al tratamiento”.

En España, los reportes oficiales presentan solo una proporción de los casos totales, ya que no incluyen portadores asintomáticos. “Estos tienen relevancia en la dispersión de la enfermedad, con riesgo para colectivos vulnerablescomo niños, ancianos e individuos inmunodeprimidos”, concluye Gregori.

mayo 23/2021 (Diario Médico)

5.-COVID-19 y enfermos autoinmunes: una caja de sorpresas

Pese a unas condiciones más frágiles, los enfermos autoinmunes no presentan peor pronóstico frente a la COVID-19, pero su diversidad no permite conclusiones hom*ogéneas.

Uno de los grupos de riesgo en los que ha habido más inquietud y dudas sobre su susceptibilidad y pronóstico a la COVID-19 es el de los afectados por alguna enfermedad autoinmune. Algunos estudios habían observado una frecuencia de COVID-19 en estos pacientes superior a la de la población general, así como un peor pronóstico en cuanto a la necesidad de ventilación mecánica o ingreso en UCI.

En otros, sin embargo, la frecuencia de COVID-19 y su pronóstico fueron similares al de pacientes sin enfermedades autoinmunes; en este sentido, se sugería que, por su situación, podrían haber adoptado medidas de protección más estrictas y tempranas.

Un nuevo estudio observacional derivado del Registro COVID de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), publicado en Journal of Clinical Medicine y encabezado por María del Mar Ayala, del Hospital Regional de Málaga, ha concluido que en conjunto la enfermedad autoinmune no se asocia con mayor riesgo de mortalidad, ingreso en unidades de cuidados intensivoa (UCI) o complicaciones, pero matizan que el tratamiento con corticosteroides, la edad, la puntuación del índice de Barthel y las comorbilidades sí pueden agravar la infección en estos pacientes.

Los tratamientos inmunosupresores-inmunorreguladores que reciben muchos de estos pacientes tuvieron efectos variables. No hay que olvidar que la disfunción subyacente de su sistema inmunológico y los tratamientos que se les prescriben ocasionan un mayor riesgo de infección.

De los 13 940 diagnosticados de COVID-19 incluidos en el registro de la SEMI, procedentes de 150 hospitales españoles, 362 (2,6 %) tenían una enfermedad autoinmune (EA). Eran de edad avanzada, había más mujeres y presentaban más comorbilidad. Dentro del casi centenar de enfermedades autoinmunes, los principales trastornos eran lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, síndrome de Sjögren primario, esclerosis sistémica, enfermedad mixta del tejido conectivo/síndrome de superposición, miopatías inflamatorias, síndrome anti fosfolípido primario, espondiloartropatías, vasculitis (incluyendo arteritis de células gigantes), poli mialgia reumática y arteritis combinada de poli mialgia/células gigantes.

Las manifestaciones clínicas, exploración física al ingreso y las alteraciones radiológicas de los pacientes con EA fueron similares a las de la población general. Durante el ingreso, recibieron inmunosupresores-inmunorreguladores con más frecuencia que los demás, especialmente corticoides e inmunoglobulinas, mientras que el uso de antipalúdicos, que formaron parte del estándar de atención durante la primera oleada -el estudio recoge datos hasta de marzo a junio del año pasado-, fue similar en todos los grupos.

Factores de confusión

Aunque la duración del ingreso fue similar en todos los grupos, los pacientes con EA tuvieron más complicaciones y mayor mortalidad, aunque variable según la patología: artritis, polimialgia, espondiloartropatías y vasculitis se asociaron con mayor mortalidad y la esclerosis sistémica con menor riesgo, al igual que el síndrome de Sjögren primario, que mostró menos complicaciones durante la hospitalización.

En el análisis univariante, los pacientes con EA tuvieron una mayor mortalidad y más complicaciones durante la hospitalización. Pero dos registros internacionales y un metaanálisis han reflejado el efecto deletéreo de la edad y la comorbilidad en este colectivo. Tales circunstancias, dicen los autores, “pueden haber actuado como factores de confusión de la mayor mortalidad y las complicaciones que observamos en el análisis univariante”.

En cambio, en el análisis multivariante, en el que el efecto de la patología autoinmune sobre el pronóstico de la COVID-19 se estimó teniendo en cuenta los factores de confusión (edad, sexo, etnia/raza, comorbilidades, consumo de alcohol y tabaco, grado de dependencia y medicación antes y durante el ingreso), no se observó relación con el pronóstico.

Un punto clave de nuevo análisis de la SEMI ha sido el efecto de los fármacos que necesitan tomar estas personas. Si bien los nuevos antirreumáticos biológicos (adalimumab, infliximab, anakinra, etanercept, baricitinib, rituximab, sarilumab, tocilizumab…) se asociaron con menor mortalidad, observaron resultados contradictorios en lupus, artritis y vasculitis. Los corticoides fueron perjudiciales en algunas enfermedades, como Sjögren, esclerosis sistémica, enfermedad del tejido conectivo, vasculitis, síndrome anti fosfolípido y miopatías inflamatorias y vasculitis, y los antirreumáticos convencionales (metotrexato, sulfasalazina, leflunomida…) fueron beneficiosos en casos de poli mialgia reumática/arteritis de células gigantes, lupus y artritis. Finalmente, los antipalúdicos, comunes en el tratamiento de ciertas EA y con efectos antivirales in vitro, no cambiaron el pronóstico.

El estudio matiza que algunos enfermos autoinmunes tienen características basales que podrían influir en el curso de la COVID-19, tanto positivamente (sobre expresión de interferón alfa) como negativamente (linfopenia o desregulación epigenética).

En conclusión, escriben, estos pacientes no tendrían en conjunto un pronóstico diferente, medido por la mortalidad, el resultado compuesto (mortalidad/ingreso en UCI/ventilación mecánica) o complicaciones, que el del resto de pacientes hospitalizados por COVID-19. Pero, considerados individualmente, “no se puede descartar en ellos un mejor o peor pronóstico”.

mayo 23/2021 (Diario Médico)

6.-India enfrenta escasez de antimicótico de cara a nueva complicación de casos COVID-19

India trabaja para aliviar la escasez de una medicina utilizada para tratar una rara enfermedad micótica que está afectando a los pacientes de COVID-19, en momentos en que su sistema de salud se ve agobiado por una enorme ola de infecciones de coronavirus.

En India han aumentado los casos de mucormicosis, u «hongo negro», una complicación potencialmente grave que causa visión borrosa o doble, dolores en el pecho y dificultades para respirar, principalmente entre los pacientes de COVID-19.

Al menos 7 250 casos habían sido hallados en el país hasta el 19 de mayo, informaron medios locales.

«En esta batalla nuestra, también ha surgido en estos días el nuevo desafío del hongo negro», tuiteó elprimer ministro Narendra Modi.

India tiene el segundo total más alto de casos de COVID-19 en el mundo y ha informado alrededor de 250 000 infecciones y 4 000 muertes diarias.

Con el aumento de casos de mucormicosis, el Ministerio de Salud de India indicó que busca atraer a más empresas para producir el medicamento antimicótico anfotericina B, que se usa para tratar la infección, y también aumentar sus importaciones.

Eso conduciría a un aumento de casi un 250 % en el suministro en rededor de 570 000 viales en junio, dijo el Ministerio el viernes.

Algunos estados indios como Maharashtra, donde se encuentra la capital financiera Mumbai, declararon se están quedando sin anfotericina B de cara al aumento de los casos de hongo negro y habían pedido a las autoridades federales que proporcionaran más dosis.

«Un paciente necesita de 60 a 100 inyecciones (de anfotericina B), dependiendo de la gravedad de la enfermedad. Con la carga actual de casos, necesitamos más de 150 000 inyecciones», dijo a la prensa el ministro de Salud de Maharashtra, Rajesh Tope.

El estado occidental ha informado hasta ahora de 1 500 casos de mucormicosis y 850 pacientes están en tratamiento.

El total de infecciones por COVID-19 en India es de 26,03 millones, con una cifra de 291 331 muertos, mostraron datos del Ministerio de Salud el viernes.

mayo 23/2021 (Reuters)- Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

Selección, edición y composición: Dra. María Elena Reyes González

mayo 24, 2021 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: |

sep

29

Boletín de Noticias Al Día

Fecha: miércoles, 28 septiembre de 2022

Año: 29 No. 231

Titulares:

1.- El riesgo de obesidad es un 45 % mayor entre adolescentes con dieta basada en alimentos ultra procesados

2.- Descubren una función bacteriana que fa*gocita ADN para sobrevivir al sistema inmune

3.- Diseñada una estrategia para identificar dianas terapéuticas en cáncer de mama triple negativo

4.- Nuevo paradigma de la biología: los virus se auto perpetúan dentro de las células a través de gotas líquidas

5.- La revolución que viene: ADN y ARN sintéticos para aplicaciones diagnósticas y terapéuticas

6.- Sanidad recoge 7 hipótesis para la hepatitis infantil de origen desconocido

Noticias ampliadas:

1.- El riesgo de obesidad es un 45 % mayor entre adolescentes con dieta basada en alimentos ultra procesados

Con base en datos de 3 587 adolescentes con edades entre los 12 y los 19 años que participaron en el sondeo nacional de salud y nutrición de Estados Unidos, investigadores de la Universidad de São Paulo (USP), en Brasil, calcularon en qué medida impacta el consumo de alimentos ultra procesados en el riesgo de padecer obesidad.

En dicho estudio, los chicos quedaron divididos en tres grupos de acuerdo con la cantidad que ingerían de esos productos.

Al comparar a los que comían más alimentos ultra procesados (en promedio un 64 por ciento del total de gramos de su dieta) con quienes comían menos de estos productos (un 18,5 por ciento en promedio), se observó que los del primer grupo tenían probabilidades un 45 por ciento mayores de padecer obesidad, un 52 por ciento mayores de padecer obesidad abdominal (la grasa localizada en la zona del estómago) y –el dato más preocupante– un 63 por ciento más altas de padecer obesidad visceral (la acumulación de grasa entre los órganos), que está altamente relacionada con el desarrollo de hipertensión, enfermedad arterial coronaria, diabetes tipo 2, dislipidemia y elevación del riesgo de mortalidad.

Los resultados completos de esta investigación, que contó con el apoyo de la FAPESP, se publicaron en el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.

El estudio obtuvo financiación de la FAPESP en el marco de cuatro proyectos.

“La evidencia científica es bastante sólida con relación al papel negativo de los alimentos ultra procesados en la pandemia de obesidad. Esto ha sido palmariamente demostrado en lo concerniente a los adultos. Entre los jóvenes, ya habíamos constatado que el consumo de estos productos es elevado –representa alrededor de las dos terceras partes de la dieta de los adolescentes estadounidenses–, pero los resultados referentes a la asociación entre patrones alimentarios basados en alimentos ultra procesados y desenlaces de salud, entre ellos la obesidad, eran escasos e inconsistentes”, explica Daniela Neri, primera autora del artículo e integrante del Núcleo de Investigaciones Epidemiológicas en Nutrición y Salud (Nupens) de la Facultad de Salud Pública de la USP.

El contexto

Coordinado por el profesor Carlos Augusto Monteiro, el equipo del Nupens fue pionero en la asociación de los cambios en el procesamiento industrial de los alimentos con la pandemia de obesidad, que tuvo su inicio en Estados Unidos en la década de 1980 y que, en el siglo XXI, llegó a la mayoría de los países del mundo. Con base en esta hipótesis, el grupo desarrolló una clasificación de los alimentos denominada NOVA, basada en su nivel de procesamiento industrial. En ese trabajo, se apoyaron las recomendaciones presentes en la Guia Alimentar para a População Brasileira, publicada en 2014, que recomienda priorizar las preparaciones culinarias con alimentos in natura o mínimamente procesados y evitar los ultra procesados, una categoría que puede incluir desde refrescos, galletas rellenas y snacks en paquetes hasta un aparentemente inocente pan de miga integral.

“En líneas generales, las bebidas y alimentos ultra procesados contienen aditivos químicos –tales como colorantes, aromatizantes, emulsionantes y espesantes– que apuntan a mejorar las características sensoriales de esos productos. Muchos poseen una alta densidad energética y elevados tenores de azúcar y grasa, lo que contribuye directamente con el aumento de peso. Pero incluso los de bajas calorías, como una bebida gaseosa diet, pueden favorecer el desarrollo de la obesidad en formas que van más allá de la composición nutricional. Por ejemplo, al interferir en la señalización de la saciedad del organismo o modificando la microbiota intestinal”, explica Neri.

La metodología

En la investigación que ahora ha sido publicada, se evaluó la dieta de los adolescentes mediante la aplicación de una metodología conocida como Recordatorio Alimentario de 24 horas, que consiste en la obtención de información referente a los tipos y las cantidades de todos los alimentos y bebidas ingeridos el día anterior a la entrevista, como así también de los horarios y los lugares de consumo de las comidas. Los participantes incluidos en el análisis en su mayoría (el 86 por ciento) pasaron por dos entrevistas de ese tipo, con un intervalo de dos semanas entre ellas.

Con base en este recordatorio, los chicos quedaron divididos en tres grupos. En el primero estaban los que consumían hasta un 29 por ciento de los gramos totales de su dieta en ultraprocesados. En el segundo, aquellos para quienes ese porcentaje varió entre el 29 y el 47 por ciento, y en el último tercio quedaron aquellos con valores superiores al 48 por ciento.

También se evaluaron los datos antropométricos de los participantes, entre ellos el peso, la altura y la circunferencia de la cintura. Estos índices se analizaron para su edad y el sexo, de acuerdo con el patrón de crecimiento del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

“El riesgo de obesidad total se estimó con base en el IMC, que se calcula dividiendo el peso [en kilos] sobre la altura al cuadrado [en metros]. En tanto, para evaluar la obesidad abdominal nos basamos en la medida de la circunferencia abdominal. Y un parámetro menos conocido, que es el diámetro abdominal sagital, se utilizó como proxy [valor representativo] de la obesidad visceral”, comenta Neri.

Tal como lo explica la investigadora, el diámetro abdominal sagital es una forma indirecta y no invasiva de medir la cantidad de grasa existente entre los órganos. “El individuo se acuesta en la camilla y, con una especie de regla [un calibre], se constata la distancia existente entre la parte inferior de la espalda hasta la zona del ombligo, de manera tal que la grasa subcutánea más blanda caiga hacia los costados y la grasa visceral, que es más rígida, permanezca en el lugar. De este modo, se evitan eventuales errores de medición que podrían causar los pliegues en la zona de la cintura.”

Todos los datos analizados en la investigación de la USP se extrajeron del National Health and Nutrition Examination Survey (Nhanes), el sondeo nacional de salud y nutrición realizado continuamente en Estados Unidos. Se trata de un banco de datos público que abarca una muestra nacionalmente representativa de la población de Estados Unidos. En el estudio, se utilizó información recabada entre 2011 y 2016. Según Neri, las conclusiones pueden extrapolarse a los jóvenes brasileños, que también están expuestos tempranamente a los alimentos ultra procesados, aunque en menor proporción.

“No existe en Brasil ningún estudio que suministre al mismo tiempo información sobre el consumo alimentario de los adolescentes y datos antropométricos recabados en evaluaciones presenciales. Este tipo de sondeo nutricional tiene un alto costo y requiere contar con financiación continua. Acá hay algunas iniciativas similares, pero más sencillas”, comenta Neri.

En el Vigitel, que es el sondeo nacional que realiza anualmente el Ministerio de Salud de Brasil para monitorear los factores de riesgo y de protección contra enfermedades crónicas, por ejemplo, el recabado de datos se realiza por teléfono y únicamente con personas mayores de 18 años. Los datos más recientes de ese estudio, dados a conocer en enero de este año por el Instituto de Estudios para Políticas de Salud (IEPS), apuntan que el índice de obesidad en la población adulta brasileña pasó del 11,8 % en el año 2006 al 21,5 % en 2020, es decir que prácticamente se duplicó.

En tanto, la Encuesta de Presupuestos Familiares (POF,en portugués) del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) aporta datos sobre el consumo alimentario de adolescentes y adultos en el país, pero no contiene información sobre el estado de salud de los encuestados.

Según la edición más reciente de la POF, realizada entre 2017 y 2018, más de la mitad (el 53,4 por ciento) de las calorías que consumen los brasileños provienen de los alimentos in natura (verduras, frutas, carnes, leche, etc.) o mínimamente procesados (cereales y harinas, por ejemplo), el 15,6 por ciento de ingredientes culinarios procesados (tales como sal, azúcar y aceite), el 11,3 por ciento de alimentos procesados (quesos, panes artesanales, frutas y legumbres en conserva) y el 19,7 por ciento de alimentos ultranprocesados. Entre los adolescentes analizados en la POF, la proporción de alimentos ultraprocesados representa el 27 por ciento del total de las calorías diarias, mientras que entre los adultos de 60 años o más ese porcentaje es del 15,1 por ciento.

Comparaciones

En el marco de otro estudio, realizado en el Nupens, los investigadores compararon los datos referentes al patrón alimentario de los adolescentes de la POF 2017-2018 con información similar proveniente de otros siete países: Argentina, Australia, Chile, Colombia, México, Estados Unidos y el Reino Unido.

La participación de los alimentos ultraprocesados en la dieta de los jóvenes varió bastante entre las naciones: fue menor en Colombia (el 19 por ciento de las calorías de la dieta) y en Brasil (el 27 por ciento) y más alta entre los británicos (el 68 por ciento) y los estadounidenses (el 66 por ciento). Pese a la discrepancia detectada en el consumo, el impacto sobre la calidad de la dieta fue muy similar en todas las poblaciones analizadas, comenta Neri.

“En ese estudio, los jóvenes también quedaron divididos en grupos de acuerdo con el consumo de alimentos ultra procesados. Y observamos que a medida que aumenta la participación de esos productos, se registra un deterioro de la calidad de la dieta, es decir, crecen la densidad energética y los tenores de azúcar. Por otra parte, se produce una disminución de las fibras. El efecto negativo es muy parecido en todos los países, independientemente de la proporción de alimentos ultra procesados, de la región o de la cultura.”

Si bien el arroz con frijoles sigue ubicándose en la base de la alimentación brasileña, según remarca la investigadora, un estudio difundido el año pasado por el Ministerio de Salud nacional reveló que el consumo de alimentos ultra procesados es frecuente en Brasil incluso entre niños de menos de cinco años: más del 80 % de los chicos ubicados en esa franja etaria los consumen regularmente.

“La ingestión de esos productos les quita espacio a los alimentos in natura o mínimamente procesados en una fase en la cual los hábitos alimentarios se están formando”, alerta Neri. “Esta exposición de los niños y los adolescentes a esos alimentos obesogénicos constituye una verdadera programación de problemas de salud futuros. Es realmente preocupante.”

Para la investigadora, el control de esa exposición es algo que se ubica más allá de la capacidad de las familias, toda vez que sería necesario remodelar todo el sistema alimentario actual. “Aparte de concientizar a los consumidores, es necesario operar en diversos frentes mediante la implementación de políticas públicas. Existen diferentes estrategias posibles, tales como la restricción de la publicidad, fundamentalmente aquella destinada a niños, y la elevación tributaria de esos productos, al tiempo que se amplía el acceso a los alimentos in natura. Otra medida fundamental se refiere al etiquetado, que debe contener información más clara, a los efectos de orientar las decisiones alimentarias de los consumidores”, sostiene Neri.

septiembre 27/2022 (Dicyt)

2.- Descubren una función bacteriana que fa*gocita ADN para sobrevivir al sistema inmune

Investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) desvelan cómo el patógeno Staphylococcus aureus capta ADN de la célula infectada para reparar su material genético durante la infección.

Un equipo internacional liderado por el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) describe en Nature Communications una nueva función del gen comk, perteneciente al patógeno humano Staphylococcus aureus, que capta ADN exógeno para reparar su material genético y sobrevivir así a la respuesta inmune del hospedador.

Este hallazgo abre la puerta al desarrollo de dianas terapéuticas que permitan reforzar el sistema inmunitario frente a infecciones hospitalarias.

Las bacterias presentan una propiedad llamada competencia natural. Esta se basa en la acción de un complejo proteico de su membrana que puede transportar ADN externo -de la célula que infectan o de otras bacterias cercanas- al interior de la bacteria e incorporarlo al suyo propio. Mediante dicho mecanismo, la bacteria modifica su propia información genética. “Es una manera que tienen de evolucionar”, apunta Daniel López, jefe del grupo Biología Molecular de las Infecciones en el CNB y quien ha dirigido la investigación.

Sin embargo, quedaba por resolver una incógnita relacionada con la información genética responsable de semejante función. “Hay muchas especies bacterianas que, aunque tienen los genes para producir esa maquinaria, nunca se ha visto que sean capaces de adquirir genes de fuera. Una cuestión que ha estado sobre la mesa durante décadas es: ¿cómo es posible que los genes de competencia natural estén en bacterias no competentes?”, señala López.

La respuesta la dan en la presente investigación. Las bacterias denominadas no competentes sí se sirven de genes de competencia para incorporar ADN extracelular. Pero no emplean este material para modificar su genoma “sino que los usan como comida y para arreglar su material genético”.

Cuando infectan a un huésped, las bacterias patógenas deben hacer frente a un entorno hostil, causado principalmente por la actuación de células inmunitarias enviadas al sitio de la infección. El éxito de un patógeno residirá, en parte, en su capacidad para luchar y sobrevivir a las defensas inmunes, que tienen dos efectos fundamentales sobre las bacterias. El primero consiste en mermar la eficiencia de la bacteria para la obtención de nutrientes y energía mediante procesos convencionales. El segundo supone el daño en el genoma del agente invasor.

Julia García-Fernández, investigadora del CNB y una de las primeras autoras del trabajo, explica que, “en esta situación, S. aureus induce esta maquinaria, que actúa en dos sentidos, por un lado, redirige el metabolismo para crecer de manera más lenta y capta ADN exógeno que le va a permitir reparar el daño producido en su material genético“.

Adaptación a la respuesta inmunitaria

  1. aureus es un patógeno que se asocia a infecciones hospitalarias, algunas de ellas mortales, en diferentes tejidos y órganos como la piel, las vías respiratorias o los huesos. Sin embargo, su prevalencia ha ido en aumento, lo que incluye también su mayor presencia en ambientes comunitarios, como centros educativos o cárceles, donde las personas afectadas no se caracterizan por un sistema inmune debilitado.

Parte del éxito de S. aureus, además de por la adquisición de resistencia a los antibióticos, reside en la capacidad del microorganismo de adaptarse metabólicamente a la respuesta inmune del hospedador. El equipo del CNB-CSIC ha podido descifrar ahora que dicha respuesta se produce gracias al gen de competencia natural comk, cuya función conocida hasta el momento era el transporte de ADN exógeno.

El daño que se produce en el ADN bacteriano durante la infección es debido a los radicales libres Especies Reactivas de Oxígeno (ROS) producidos por las células inmunes en su lucha contra S. aureus. La actuación de comk permite reparar el genoma.

Además, durante la infección, el sistema inmune dificulta la respiración de S. aureus. El plan B de la bacteria supone pasar a la fermentación como mecanismo de respiración celular. Pero este sistema es mucho menos eficiente en lo referente al uso de glucosa. Los investigadores han determinado la función de comk en la mejora del flujo del metabolismo de la glucosa para que pueda fermentar competitivamente.

Posibilidad terapéutica
El equipo puso a prueba la nueva función y pudo observar que, al atacar dicha maquinaria, las bacterias no eran capaces de infectar y acababan muriendo. “Es un avance importante, no solo a nivel académico, sino que el mecanismo tiene una funcionalidad muy relevante a la hora bloquear infecciones”, apunta López.

La investigación abre la puerta al desarrollo de moléculas dirigidas al gen comk como posibilidad terapéutica. La terapia actuaría como ayuda al sistema inmune, evitando la fermentación eficiente y la reparación genética de la bacteria. El grupo de López en el CNB trabaja en esa dirección mediante el cribado por ordenador de compuestos que inhiban los genes de competencia natural.

septiembre 27/2022 (Dicyt)

Referencia:

Cordero, M., García-Fernández, J., Acosta, I. C., Yepes, A., Avendano-Ortiz, J., Lisowski, C., … & Lopez, D. (2022). The induction of natural competence adapts staphylococcal metabolism to infection. Nature communications, 13(1), 1-17.

3.- Diseñada una estrategia para identificar dianas terapéuticas en cáncer de mama triple negativo

Una investigación dirigida por Juan Carlos Montero (Centro de Investigación del Cáncer, IBSAL-Hospital Clínico Universitario de Salamanca- Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) y Atanasio Pandiella (Centro de Investigación del Cáncer, Universidad de Salamanca-CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), ambos pertenecientes al Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Cáncer (CIBERONC), ha desarrollado una nueva estrategia que permite identificar proteínas de la membrana de las células tumorales, para posteriormente atacar de manera específica a esas células utilizando anticuerpos específicos frente a esas proteínas.

Este trabajo sienta la base para definir nuevas dianas potenciales de anticuerpos conjugados a fármacos en otros tumores sólidos o hematológicos. El estudio ha contado con la financiación de CRIS Contra el Cáncer.

Según los datos publicados por la Sociedad Española de Oncología Médica en el Journal of Experimental & Clinical Cancer Research, el cáncer más diagnosticado en mujeres es el cáncer de mama.

Aunque el tumor de cada paciente es molecularmente diferente, en la clínica los tumores de mama se agrupan en tres subgrupos. Entre ellos, el subtipo denominado triple negativo es el más agresivo y representa el 15-20 por ciento de todos los casos de cáncer de mama. A pesar de tener distintas opciones terapéuticas, estas todavía no son suficientes para la curación de las pacientes. Por lo tanto, este tipo de cáncer de mama requiere la incorporación a la clínica de tratamientos novedosos que sean efectivos.

En este sentido, una estrategia que está dando buenos resultados se basa en descubrir nuevas dianas terapéuticas en cáncer analizando lo que se llama el “surfaceoma”, que son proteínas de la superficie celular. Se están investigando estas proteínas porque debido a su ubicación en la superficie de la célula son accesibles, y la expresión de alguna de ellas está alterada en diversos tipos de cáncer. De hecho, algunas de esas proteínas están “sobre expresadas”, o sea, su cantidad es mucho mayor en la célula tumoral que en una célula normal.

Esto permite actuar preferentemente sobre la célula tumoral utilizando, por ejemplo, anticuerpos específicos contra esa proteína. En la actualidad existen diferentes estrategias terapéuticas que emplean como diana las proteínas de la superficie celular. Entre estas se encuentran los anticuerpos conjugados a fármacos (ADCs). Los ADCs son anticuerpos a los cuales se les ha pegado un agente tóxico para la célula. Por tanto, estos fármacos suman el efecto antitumoral del anticuerpo y el efecto antitumoral del fármaco que llevan pegado.

“Teniendo en cuenta la necesidad actual de incorporar nuevos fármacos dirigidos al cáncer de mama triple negativo que sean más efectivos y debido a la eficacia clínica de los ADCs, nuestro grupo se propuso identificar nuevas dianas para ADCs que podrían usarse para tratar a este subtipo de cáncer de mama”, destaca el investigador responsable de trabajo, Juan Carlos Montero. En primer lugar, se elaboró un listado de posibles dianas de la superficie celular susceptibles de ser atacadas con ADCs. En concreto, utilizando técnicas genómicas y proteómicas, se compararon tejidos normales de mama y tejidos tumorales de mama triple negativos. Este estudio llevó a la identificación de un grupo de unas 20 proteínas que podían ser dianas de ADCs. Estudios posteriores focalizaron el interés en una de ellas, denominada CD98hc. Frente a esta proteína se preparó en el laboratorio un anticuerpo conjugado a fármaco (ADC).

En la siguiente fase de la investigación se realizaron experimentos in vitro, es decir, se han empleado líneas celulares de cáncer de mama triple negativo. En estos estudios se observó, como señala Juan Carlos Montero, «que este ADC poseía una potente y específica actividad antitumoral frente a células de cáncer de mama triple negativo”. El ADC contra la proteína CD98hc no solo bloqueó la progresión del ciclo celular (impidió que las células tumorales se expandiesen), sino que acabó provocando también muerte de las células tumorales.

Pruebas exitosas en animales

Para profundizar en el efecto antitumoral observado del ADC contra CD98hc, se llevaron a cabo nuevos experimentos. En esta ocasión, se trabajó con modelos experimentales in vivo, es decir, se comprobó este efecto antitumoral del ADC de CD98hc en ratonas con tumores creados en ellas tras inyectarles células humanas de cáncer de mama triple negativo. De esta manera se comprobó que el ADC contra la proteína CD98hc reducía el volumen tumoral en el animal.

En definitiva, resalta Pandiella, “estos resultados preclínicos abren la puerta a la posibilidad de explorar la eficacia de ADCs dirigidos frente a CD98hc en la clínica”. Por otro lado, cabe la posibilidad de que la proteína CD98hc se sobre exprese también en otros tipos de tumores. Si este fuera el caso, extendería aún más el valor de este trabajo, ya que abriría la posibilidad de usar la proteína CD98hc como una nueva diana terapéutica de ADC para la terapia de otros tipos de cáncer. Por último, el uso de esta estrategia para identificar proteínas de la superficie celular diferencialmente expresadas en los tumores, permite establecer las bases para definir nuevas dianas potenciales de ADCs en otros tumores sólidos o hematológicos.

El trabajo ha sido realizado por investigadores del laboratorio dirigido por Pandiella, del Centro de Investigación del Cáncer y del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario de Salamanca-IBSAL. En el trabajo también ha colaborado el Dr. Alberto Ocaña del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Todos ellos pertenecientes al (CIBER) de Cáncer (CIBERONC).

El estudio ha contado con financiación por parte del Instituto de Salud Carlos III, el Ministerio de Ciencia e Innovación, la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, y entidades privadas (CRIS Contra el Cáncer, UCCTA, ALMOM, ACMUMA).

septiembre 27/2022 (Dicyt)

Referencia

Montero, J. C., Calvo-Jiménez, E., Del Carmen, S., Abad, M., Ocaña, A., & Pandiella, A. (2022). Surfaceome analyses uncover CD98hc as an antibody drug-conjugate target in triple negative breast cancer. Journal of Experimental & Clinical Cancer Research, 41(1), 1-16.

4.- Nuevo paradigma de la biología: los virus se auto perpetúan dentro de las células a través de gotas líquidas

Gonzalo de Prat Gay, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Instituto Leloir, explica el funcionamiento de estructuras denominadas fábricas virales, y cómo estás están relacionadas con un nuevo paradigma de la biología, las organelas sin membrana.

Ciertas estructuras subcelulares conocidas en las últimas décadas como “organelas sin membrana” poseen como característica saliente el ser dinámicas y carecer de una envoltura, a diferencia de las organelas tradicionales como las mitocondrias o el núcleo. En la última década, se determinó que las mismas son en efecto líquidas y responden a principios químicos y físicos conocidos, denominándose el universo de estas estructuras como condensados biomoleculares.

Así lo asegura el doctor Gonzalo de Prat Gay, jefe del Laboratorio de Estructura-Función e Ingeniería de Proteínas en la Fundación Instituto Leloir e investigador superior del CONICET, quien acaba de publicar junto a un grupo de sus colaboradores y colaboradoras y el laboratorio de la doctora Nora López del Centro de Virología Animal (CEVAN-CONICET) un artículo de revisión sobre el tema en la prestigiosa revista PLOS Pathogens.

“Los virus, como huéspedes obligados de las células que infectan, no escapan a las leyes generales de la química celular y utilizan también estas estructuras subcelulares para ejecutar las funciones esenciales para su auto perpetuación”, afirma Prat Gay en una entrevista.

Para el investigador, el estudio de los condensados biomoleculares inició una “revolución en la biología” que empezó hace tan solo 12 años y ahora impacta tanto en el conocimiento científico (biología celular y molecular, bioquímica, microbiología, plantas, neurociencias, física de materia blanda y ciencia de materiales) como en aplicaciones en el campo de la biotecnología, la industria farmacéutica, la física y la química.

¿Qué características tienen las organelas sin membrana?

Su formación está guiada fundamentalmente por un principio químico conocido en el mundo de los polímeros como separación de fases líquido-líquido, descrito por la teoría de Flory-Huggins a través del cual las gotas de líquidos se separan según su composición. Presentan propiedades químicas y físicas diferentes como viscosidad y tensión superficial, semejando las gotas de emulsión que observamos cuando agitamos una vinagreta. Este mecanismo emerge como algo generalizado a toda la función biológica y ocurre en todos los organismos vivientes. Estas estructuras líquidas, también conocidas como condensados biomoleculares, casi siempre formadas por proteínas y ácidos nucleicos (ARN y ADN), cumplen un rol fundamental en funciones tales como la respuesta celular a estrés, el encendido o apagado de genes, ciclos metabólicos como la glucólisis, la fijación de dióxido de carbono por las plantas y las sinapsis que comunican a las neuronas.

Así como son fundamentales para la supervivencia de las células, ¿tienen también algún rol en la génesis de enfermedades?

Efectivamente. La condensación biomolecular es una etapa necesaria para la generación de estructuras proteicas tóxicas comunes a las diversas enfermedades neurodegenerativas, como las enfermedades de Alzheimer o Parkinson, o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Los componentes proteicos, a menudo objeto de una mutación aberrante, se concentran fuertemente en gotas y estas van modificando sus propiedades materiales hasta dar lugar a estructuras rígidas y tóxicas. Esta evolución de las propiedades materiales hace que sean de gran interés para la física y atrae al campo biológico diversas disciplinas dentro de esta gran área.

Su artículo de revisión explica como este principio químico gobierna la multiplicación de los virus.

Es importante tener en cuenta que, durante muchos años, se observaron estructuras granulares en células infectadas por un gran número de virus diferentes, y que fueron llamadas de diversas maneras como viro plasmas, sitios de replicación, cuerpos de inclusión o, más recientemente, fábricas virales. En la última década, a la vez que se describía la naturaleza líquida de las organelas sin membrana y sus fundamentos fisicoquímicos, se observó que dichas fábricas virales también son de naturaleza líquida y albergan la expresión de los genes que cada virus necesita para su replicación.

¿Cómo actuarían esos condensados en la replicación viral?

Los componentes virales son producidos utilizando la maquinaria celular e inicialmente se distribuyen hom*ogéneamente en la célula. Estos componentes aumentan gradualmente hasta una concentración crítica a partir del cual, según los principios de la separación de fases de polímeros, se dispara la formación de estos condensados líquidos que constituyen las fábricas virales. En esos compartimentos temporales y dinámicos se lleva a cabo la función de replicación y producción del ARN viral que dará lugar a más proteínas virales, las que a su vez se acumulan y concentran en el condensado líquido, generando un ciclo de retroalimentación positiva.

El incremento en la concentración de los componentes a su vez potencia las reacciones a través de otro principio fundamental de la química, la ley de acción de masas”, que establece que las reacciones químicas son incrementadas por la concentración de los reactivos. En todo caso, estas fábricas virales sirven de unidad de montaje de pequeñas estructuras con el genoma y proteínas virales que darán lugar a las nuevas partículas de virus que serán liberadas al medio extracelular, extendiendo el proceso infectivo a otras células.

¿En qué virus se observó este proceso?

La formación de condensados virales ha sido más detalladamente descrita en el virus de la rabia, virus respiratorio sincitial, sarampión, VIH, y el coronavirus SARS-CoV-2, pero también en numerosos virus y se cree que es algo general, como explicamos en el artículo.

Si se interfiriera con las fábricas virales, ¿se frenaría la multiplicación de los virus?

Exacto. Se podría pensar en el desarrollo de fármacos que impidan la formación de estos condensados líquidos que los virus requieren para multiplicarse. Pero para eso es necesario conocer antes en detalle molecular los factores que regulan la formación de esas estructuras, contando con modelos tanto in vitro como en células para ser utilizados como plataforma de descubrimiento de drogas.

¿Hay laboratorios o empresas involucradas en este nuevo concepto en desarrollo de drogas?

En los últimos dos años se han fundado varias startups biotecnológicos en el hemisferio Norte dedicados a los condensados biomoleculares, los que han tejido alianzas con grandes farmacéuticas, enfocándose principalmente en enfermedades neurodegenerativas por cuestiones de mercado. La aplicación de este abordaje a antivirales está en sus albores y apenas hay algún reporte en la literatura científica. Esto provee una ventana de oportunidad para poder desarrollar investigaciones multidisciplinarias en esta dirección en nuestro país, ya que las capacidades están. Otra área de impacto de los condensados y posibles aplicaciones en desarrollo de fármacos poco explorada es el cáncer.

¿Y su laboratorio?

Esta área de investigación en la que convergen la virología, la biología celular y la biofísica es muy estimulante para nosotros, porque apuntamos a comprender los procesos bioquímicos fundamentales comunes a muchos virus utilizando como modelo al virus del papiloma humano (VPH), al virus respiratorio sincitial y recientemente al coronavirus SARS-CoV-2. Este campo resulta de la convergencia de distintas disciplinas que venimos investigando a lo largo de 30 años, y que ahora ayudan a la comprensión de un fenómeno omnipresente en las ciencias de la vida y de alto impacto en nuevos abordajes al descubrimiento de fármacos en general y antivirales en particular. En este momento poseemos las herramientas para algunos virus, otros son desarrollables, pero no sin la fuerte participación de empresas farmacéuticas. En un escenario no tan inalcanzable, deberíamos poder replicar los éxitos nacionales en tantos frentes tecnológicos frente a la pandemia, como vacunas, dispositivos médicos y diagnóstico, en el área de fármacos antivirales.

septiembre 27/2022 (Dicyt)

Referencia:

López, N., Camporeale, G., Salgueiro, M., Borkosky, S. S., Visentín, A., Peralta-Martínez, R., … & de Prat-Gay, G. (2021). Deconstructing virus condensation. PLoS Pathogens, 17(10), e1009926.

5.- La revolución que viene: ADN y ARN sintéticos para aplicaciones diagnósticas y terapéuticas

El descubrimiento de las vacunas ARNm para el tratamiento del coronavirus, así como de nuevos medicamentos para el tratamiento de enfermedades genéticas, ha sido crucial en la obtención de respuestas frente a enfermedades sin soluciones farmacológicas, y todo ello en un tiempo récord.

De esta forma, las modificaciones químicas en ácidos nucleicos con fines diagnósticos y terapéuticos es ya una realidad, una revolución que promete arrojar esperanzas sobre problemas médicos no resueltos u optimizar abordajes previos, gran parte debido al empuje investigador para el desarrollo de vacunas ARNm frente a la infección por SARS-CoV-2.

Ahora la prestigiosa revista The Chemical Record, ha invitado al grupo de Química de Ácidos Nucleicos del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC) y el Centro de Investigación Biomédica en Red en las áreas temáticas de Bioingeniería, Biomateriales y Nano medicina (CIBER-BBN) y pertenecientes a la plataforma Salud Global del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a describir los avances y modificaciones de los ácidos nucleicos en la última década. El artículo, escrito por Carme Fàbrega, Anna Avinyó y Ramón Eritja (coordinadora y director de la Unidad 29 de la ICTS NANBIOSIS), detalla el desarrollo del ADN y ARN sintéticos para aplicaciones terapéuticas y de diagnóstico.

El artículo describe los resultados más importantes del grupo de Química de Ácidos Nucleicos en esta área, abarcando el contexto internacional que rodeó estos estudios.

Entre los ensayos evaluados, se incluyen investigaciones para el desarrollo de modificaciones en oligonucleótidos potencialmente terapéuticos, con el objetivo de mejorar la resistencia a las nucleasas y la absorción celular, y para evitar los efectos secundarios; también se exponen los avances en el uso de nanoestructuras de ADN en la deposición controlada de materia en superficies y su potencial aplicación como sistemas de administración de fármacos.

El artículo, además, ha sido seleccionado para ilustrar la portada de la revista The Chemical Record, con una sugerente imagen que muestra la actividad investigadora en este ámbito. La imagen del fondo es la reconstrucción tridimensional de una matriz de ADN descrita por el grupo del Dr. Seeman, obtenida por A. Garibotti en Barcelona; en la parte superior se muestra la estructura cristalina de la proteína Argonauta del Protein Data Bank, una proteína fundamental en el mecanismo de acción de los ARN terapéuticos.

septiembre 27/2022 (Dicyt)

Referencias:

6.- Sanidad recoge 7 hipótesis para la hepatitis infantil de origen desconocido

La infección por adenovirus se mantiene como primera causa, según investigaciones del Reglamento Sanitario Internacional.

La hepatitis aguda en niños es otra de las alertas sanitarias que está en auge en la actualidad. Según los últimos datos publicados por el Reglamento Sanitario Internacional, se han detectado 582 casos probables de hepatitis en niños en el mundo.De estos, al menos 38 casos han requerido un trasplante de hígado y 9 casos han fallecido. Un brote preocupante y del que aún se desconoce su origen, aunque estudios recientes ya lo han relacionado con eladenovirus F41 y el covid-19.

En este sentido, Reino Unido es el país que más casos ha registrado, con un total de 192 contagios y, según las investigaciones, han encontrado 7 hipótesis diferentes sobre cuál es la causa de la hepatitis aguda en niños, tal y como ha señalado el último informe de ‘hepatitis no A-E aguda grave de causa desconocida en niños menores de 10 años en Reino Unido’, publicado por el Ministerio de Sanidad recientemente. Además, el organismo liderado por Carolina Darias ha detectado 30 casos de hepatitis aguda grave en España, de etiología desconocida, que se encuentran en investigación, ya que no hay relación entre los mismos, y 24 de ellos tienen la misma edad o son menores de 10 años.

Las hipótesis que se barajan en la investigación son las siguientes:

Una susceptibilidad o respuesta anormal del hospedador al adenovirus, que haría que el adenovirus progresara más frecuentemente hacia la hepatitis, debido a: la falta de exposición durante la pandemia de covid-19, el efecto de una infección previa con SARS-CoV-2 (incluida la variante Ómicron) u otra infección, una coinfección con SARS-CoV-2 u otra infección y una toxina, fármaco o exposición ambiental.

  • La mayor frecuencia de infecciones normales por adenovirus, lo que hace que se ponga de manifiesto una complicación muy rara o poco reconocida.
  • Una nueva variante de adenovirus, con o sin la contribución de un cofactor.
  • Un síndrome de SARS-CoV-2 postinfeccioso (incluido un efecto restringido de Ómicron).
  • Una droga, toxina o exposición ambiental.
  • Un nuevo patógeno actuando solo o como una coinfección.
  • Una nueva variante del SARS-CoV-2.

¿Cuál es la hipótesis principal del origen de hepatitis en niños?

Según detalla el informe de Sanidad, «la infección por adenovirus, junto con otros cofactores que potenciarían su efecto, se mantiene como hipótesis de causal principal». Asimismo, añaden que «de los 192 casos notificados por Reino Unido, 170 fueron analizados para adenovirus, de los cuales 116 (68 por ciento) resultaron positivos». Además, aseguran que «en 27 de 35casos analizados mediante secuenciación genética se determinó que el adenovirus era de tipo 41F».

A este respecto, el documento subraya que «los adenovirus 40-41 son una de las causas más frecuentes de gastroenteritis víricas en niños. La hepatitis puede ser una complicación poco frecuente en estos casos, especialmente en inmunodeprimidos».

Otra de las posibles causas que se han detectado es la infección por SARS-CoV-2, notificando el 15 por ciento de los casos, y otros virus de significado incierto como el virus asociado a adenovirus (AAV) y el herpes virus humanos tipo 6. A pesar de ello, el documento recalca que «los estudios toxicológicos continúan sin resultados concluyentes».

Además, el informe establece que «hasta este momento el papel en la patogénesis de la hepatitis de los virus encontrados en algunos de los casos aún no está claro. No hay ningún vínculo con la vacuna covid-19 (ninguno de los casos confirmados en el Reino Unido. ha sido vacunado)». En este sentido, añaden que «no se han identificado otros factores de riesgo epidemiológicos claros hasta la fecha, incluidos los viajes internacionales recientes. Así pues, hasta este momento, la etiología de los casos actuales de hepatitis todavía se considera desconocida y sigue bajo investigación activa. Se continúan realizando pruebas de laboratorio para muchas infecciones, productos químicos y toxinas en los casos identificados», concluyen.

septiembre 27/2022 (Redacción Médica)

Selección, edición y composición: Dra. María Elena Reyes González.

septiembre 29, 2022 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: |

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Boletín de Noticias Al Día

Fecha: jueves, 05 de mayo de 2022

Año: 29 No. 105

Titulares:

1.- Descubren el papel fundamental de una proteína para que las células puedan renovar sus componentes

2.- Una novedosa técnica quirúrgica mejora el manejo de quemaduras eléctricas severas

3.- Describen la evolución de la bacteria de la tuberculosis

4.- 50 secuelas covid: dos años después

5.- La covid aumenta (o crea) el mecenazgo en salud

6.- Identifican conexiones neuronales responsables de la modulación del dolor y la sintomatología depresiva

Noticias ampliadas:

1.- Descubren el papel fundamental de una proteína para que las células puedan renovar sus componentes

Un estudio liderado por científicos de Mendoza comprobó el rol crucial que cumple un gen en la autofa*gia, un mecanismo que poseen las células para renovar sus componentes como proteínas y organelas y que se activa ante situaciones de estrés como falta de nutrientes que proveen energía y aminoácidos o en condiciones de hipoxia o falta de oxígeno.

“La autofa*gia participa de forma activa en la prevención de innumerables condiciones patológicas que van desde enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer hasta cuadros infecciosos como la tuberculosis.

Su estudio en el ámbito de la ciencia básica puede aportar información para el desarrollo futuro de diversas herramientas terapéuticas”, indicó la bioquímica María Isabel Colombo, líder del trabajo e investigadora del Instituto de Histología y Embriología de Mendoza (IHEM), que depende del CONICET y de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo).

En un estudio previo realizado en moscas Drosophila melanogaster, en colaboración con investigadores del Instituto Leloir, los científicos del IHEM comprobaron que una nueva proteína, a la cual se denominó “Zonda”, era necesaria para la activación de la autofa*gia.

El nuevo estudio, publicado en Biochimica et Biophysica Acta. Molecular Cell Research, se basó en experimentos con células de mamífero. Los científicos encontraron un gen análogo a Zonda denominado FKBP8. Asimismo, comprobaron que ese gen cumplía una función similar en la regulación de una etapa muy temprana de la vía autofágica cuando se requiere su activación en situaciones de ausencia de nutrientes, puntualizó el biólogo molecular Milton Aguilera, primer autor del trabajo e investigador del CONICET en el laboratorio de Colombo.

De la misma manera que descompone componentes de la célula, la autofa*gia puede degradar agentes patógenos que hayan invadido el interior de las células como virus y bacterias, siendo un mecanismo de defensa que funciona como parte de la respuesta inmune. “Debido a esto, la autofa*gia participa de forma activa en la prevención de innumerables condiciones patológicas que van desde enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer hasta cuadros infecciosos como la tuberculosis”, explicó Colombo.

Por otro lado, en algunos casos particulares la activación de la autofa*gia puede ser contraproducente para ciertas terapias. “Un ejemplo es el tratamiento de algunas formas de cáncer, donde las células tumorales utilizan la autofa*gia para evitar los efectos nocivos de la quimioterapia”, agregó Aguilera.

“Entender como la autofa*gia es regulada en las células, en condiciones fisiológicas nos permite desarrollar fármacos o estrategias terapéuticas para inhibir o activar la vía según las necesidades particulares”, indicó Colombo.

Otro gran campo de estudio donde se ha puesto el foco sobre la autofa*gia es el envejecimiento. “En este proceso, las células se vuelven incapaces de renovarse, en parte debido a una pérdida de la actividad autofágica. En este sentido, encontrar terapias que nos permitan revertir esta pérdida ayudaría a disminuir o retrasar los efectos del envejecimiento en el organismo”, destacó Colombo.

mayo 04/2022 (Dicyt)

2.- Una novedosa técnica quirúrgica mejora el manejo de quemaduras eléctricas severas

Doctores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) utilizan una nueva técnica en la recuperación estética y funcional de los pacientes.

Dos doctores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) han utilizado con éxito –por primera vez en este tipo de lesiones– los colgajos de microperforantes. Los óptimos resultados de esta técnica en la recuperación estética y funcional de los pacientes afectados por quemaduras eléctricas la podrían convertir en una importante aliada de la cirugía reconstructiva.

Las quemaduras eléctricas son quemaduras térmicas producidas por un calor de muy alta intensidad cuando el cuerpo de la víctima se convierte en una resistencia accidental. Son las más devastadoras de todas las lesiones térmicas en relación con su tamaño, pues afectan la piel y tienen consecuencias a largo plazo que pueden afectar la funcionalidad de las extremidades y de tejidos profundos.

Este tipo de lesiones requieren de técnicas novedosas para obtener los mejores resultados reconstructivos. La doctora Natalia Katherine Moreno Rozo, residente de tercer año de cirugía plástica y reconstructiva de la UNAL, explica que “un colgajo de perforantes es aquel cuyo aporte sanguíneo está dado por vasos perforantes, es decir, vasos que pasan a través de tejidos profundos, en especial de los músculos”.

Señala además que “esta técnica se ha convertido en una alternativa idónea de refinamiento quirúrgico por sus beneficios, ya que deja mínima morbilidad en las áreas donantes y permite el tallado de los tejidos más precisos a los defectos a reconstruir”.

“La técnica se aplicó en la Fundación Hospital de la Misericordia en dos pacientes: una niña de 4 años y un joven de 16 años. La niña tuvo una quemadura eléctrica muy profunda en la mano derecha y presentaba un síndrome compartimental, es decir, que toda la inflamación comprimía los vasos y los nervios. El joven tuvo una quemadura en la región toracoabdominal y en las piernas y los pies.

Los pacientes intervenidos fueron atendidos por el cirujano plástico Oswaldo Jair Gómez Díaz, coautor de la investigación y quien viene trabajando en este tipo de colgajos desde 2017. Dada su amplia experiencia en la elaboración de estos colgajos, fue quien presentó la propuesta de esta técnica para los pacientes menores de edad.

La doctora Moreno relata que “en los dos pacientes las zonas afectadas por las quemaduras eran muy grandes, y al revisar la literatura encontramos que la cirugía plástica ofrecía la posibilidad de tratar esos defectos mediante el uso de colgajos libres, es decir, segmentos de piel que se extraen de otra parte del cuerpo –por ejemplo de una pierna– y se conectan al lugar receptor en donde se encuentra la zona afectada».

“Sin embargo, esta acción demanda tener que tomar un segmento de piel de otro lado, en donde quedará un nuevo defecto de cobertura, y se generará mayor morbilidad”. Así, con respecto a la paciente, “como los compartimentos de la mano estaban tan presionados, realizamos unas incisiones de liberación. Después aplicamos colgajos de microperforantes provenientes de la misma piel del brazo para cubrir el defecto de cobertura que se tenía”.

Ventajas

La médica destaca que “además de no añadir morbilidad, tampoco se sacrifican pedículos mayores (tallo o pedúnculo de tejido que conecta partes del cuerpo entre sí), porque cuando nosotros levantamos un colgajo libre, se comprometen arterias grandes e importantes, que posiblemente puedan servir más adelante para otro tipo de reconstrucciones. Se aprovechan los tejidos locales”.

Con respecto a la recuperación, la técnica también es beneficiosa para el paciente, pues mientras un colgajo libre dura de 6 a 8 horas en cirugía, el paciente sale de la intervención y luego tiene que permanecer mínimo tres días en cuidados intensivos y luego una semana en hospitalización general, con los colgajos de microperforantes la duración es de máximo dos horas, no requiere ingreso n la unidad de cuidados intensivos (UCI), y si no se presentan complicaciones el paciente puede ser dado de alta a los pocos días.

En cuanto a la recuperación de largo plazo, “como los vasos se están irrigando y están obteniendo sangre del mismo brazo, el riesgo de que se pierda esa piel es más bajo, mientras que en los colgajos libres, como se toman arterias de otra parte del cuerpo y se están conectando a una arteria receptora, existe el riesgo de que esa arteria se tape, se genere un trombo y ese segmento de piel se pierda, porque hay que pegar los vasos con microscopio y se puede formar un coágulo”.

“Un año después del seguimiento posoperatorio, se evidenció que los pacientes presentan adecuada cicatrización de heridas quirúrgicas, arcos de movimiento preservados en extremidades, junto con presencia de sensibilidad sobre las áreas cubiertas por los colgajos”.

Los resultados de este aporte se presentaron en el Congreso Iberolatinoamericano de Residentes y Jóvenes Especialistas en Cirugía Plástica: Encuentro de Tutores de la Especialidad, que tuvo lugar en San José de Costa Rica, y obtuvo el primer lugar, por lo que se convirtió en el primer programa colombiano en obtener ese reconocimiento.

mayo 04/2022 (Dicyt)

Referencia:

Gómez Clavijo D. N., Bedova Díaz H.A. , et al. : Memorias de investigación: Feria de Semilleros y Jornadas de Investigación de UNIMINUTO, Seccional Antioquia-Chocó. 2021 – repository.uniminuto.edu

3.- Describen la evolución de la bacteria de la tuberculosis

Un equipo del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV-CSIC) emplea un nuevo método para analizar los cambios históricos sufridos por el genoma del patógeno de la tuberculosis.

Un grupo de investigación del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha realizado el estudio más completo hasta la fecha de la evolución del grupo de bacterias patógenas que causa la tuberculosis, la enfermedad infecciosa más mortal en el mundo hasta la aparición de la covid-19.

Utilizando un nuevo método, el equipo científico comprobó que al menos la mitad de los 4 000 genes del complejo Mycobacterium tuberculosis (MTBC) presentan mutaciones como respuesta a cambios en la presión de selección que ejerce el hospedador durante la infección o a los antibióticos. Los resultados se publican en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

El complejo de Mycobacterium tuberculosis (MTBC) comprende un grupo de bacterias patógenas que provocan la enfermedad de la tuberculosis en humanos y otros mamíferos. Tiene alrededor de 4 000 genes, de los cuales se conoce la función de menos de la mitad. De las formas que afectan a los humanos hay nueve ‘familias’ principales que divergieron de un ancestro común y se diversificaron en diferentes regiones del mundo. Se calcula que una cuarta parte de la población mundial está infectada por el bacilo de la tuberculosis sin desarrollar la enfermedad, lo que se conoce como tuberculosis latente.

El grupo de investigación del IBV-CSIC liderado por Iñaki Comas y Álvaro Chiner ha desarrollado una metodología nueva que permite estudiar la evolución de la mayor parte de estos 4 000 genes en respuesta a distintas presiones de selección externas desde que el bacilo de la tuberculosis comenzó a infectar humanos y otros mamíferos. “Hemos visto que al menos la mitad de los genes del MTBC ha estado, en algún punto de su trayectoria evolutiva, bajo selección positiva. Esto significa que han acumulado mutaciones y cambios como mecanismo de adaptación”, explica Álvaro Chiner Oms, el autor principal de este trabajo.

En los estudios anteriores apenas se había documentado este fenómeno en un 10 % del genoma. “Entre estos genes tenemos, por ejemplo, genes de los llamados ‘sistemas de dos componentes’, que regulan la interacción entre el patógeno y su hospedador”, recuerda Chiner. “También encontramos epítopos, regiones reconocidas por el sistema inmunitario del hospedador humano, bajo selección positiva en el pasado, pero muy conservados en las cepas actuales”, resume el investigador. Para llevar a cabo este estudio se analizaron 9 000 cepas del complejo MTBC obtenidas en distintas partes del mundo.

Identificar genes causantes de la resistencia a antibióticos

Además, el equipo del IBV ha identificado genes del complejo MTBC que acumulan mutaciones procedentes de tratamientos con antibióticos de segunda línea, aquellos que se usan cuando el procedimiento prescrito en la literatura médica no funciona. “Esto nos permite identificar potenciales determinantes de resistencia a antibióticos en pacientes que tienen infecciones multirresistentes a antibióticos”, señala Iñaki Comas. De hecho, un trabajo de la Universidad de Harvard aún no revisado por pares, corrobora el efecto de uno de los candidatos propuestos, tanto en la asociación a multirresistencias como a la probabilidad de fallo de los tratamientos.

La principal ventaja de esta metodología es que permite discriminar variaciones históricas sufridas por un patógeno e identificar los genes involucrados con gran precisión, lo que permitiría comprobar si algunos genes evolucionan en respuesta a condiciones concretas. Por ejemplo, la introducción de los antibióticos a partir de la segunda mitad del siglo XX provocó un cambio en la trayectoria evolutiva de los genes implicados en la resistencia a este tratamiento, cambio que ahora se puede medir. “Hasta ahora, las aproximaciones que utilizábamos no nos permitían discriminar el efecto de estas presiones de selección históricas”, asegura Chiner.

En 2020, 1,5 millones de personas murieron de tuberculosis, y casi 10 millones la contrajeron. Esta enfermedad, causada por la transmisión de la bacteria Mycobacterium tuberculosis, es curable y prevenible, y su erradicación es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por Naciones Unidas para 2030. El IBV-CSIC desarrolla varios proyectos para estudiar la bacteria causante de esta enfermedad, entre ellos el proyecto europeo TB-Reconnect, una Consolidator Grant del European Research Council liderada por Iñaki Comas. Además, la tuberculosis es uno de los focos de la PTI Salud Global del CSIC junto con otros retos infecciosos de impacto global como la covid-19 o la resistencia a antibióticos.

mayo 04/2022 (Dicyt)

4.- 50 secuelas covid: dos años después

Hace un año, Diario Médico se puso en contacto con diferentes sociedades científicas para contestar esta pregunta: ¿cuáles son las secuelas y los principales síntomas persistentes de la covid-19?

Ahora volvemos a preguntar a estas fuentes expertas, si bien la situación es diferente a la de entonces: estamos vacunados (al menos en España), ómicron no es solo una letra del alfabeto griego y escribimos esto desenmascarados.

La inmunización generalizada y una nueva variante ayudan a explicar estas diferencias. Los datos apuntan a que ómicron produce cuadros más leves que delta, “siempre que se cuente con la pauta completa de vacunación”, destacan los expertos.

Sin embargo, apuntan, la covid prolongada ocurre independientemente de la variante del virus que haya provocado la infección; aquí también la vacunación es clave: las personas con una o más dosis de vacuna contra la covid-19 tienen hasta un 49 % menos de probabilidad de desarrollar covid prolongado tras la infección, según se destaca en este reportaje.

Recuperación

Gracias a los esfuerzos de médicos, profesionales sanitarios y científicos, en general, los pacientes se recuperan gradualmente de la covid-19; la gran mayoría de ellos lo hacen por completo, aunque, como se ha mencionado, no ocurre siempre. Todavía existen incógnitas en torno al porcentaje minoritario de enfermos en quienes persisten síntomas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada diez infectados por coronavirus sufrirá el denominado covid persistente; la atención desde primaria y en unidades especializadas constituyen un papel primordial en la mejora de estos pacientes.

Entre los síntomas que se detectan en la fase poscovid se encuentran pulmonares, como disnea, tos, fatiga; neurológicos, como la cefalea y la famosa niebla mental, frecuentes tras la fase aguda de la infección, y que normalmente desaparecen de forma espontánea. También se han descrito alteraciones cardiológicas, de carácter leve, y digestivas, como la diarrea, que suelen ser las más comunes y las que más se mantienen después de la fase aguda. A ello se añaden las psiquiátricas: ha habido un boom de trastornos mentales (anorexia, autolesiones, ansiedad, depresión) entre los adolescentes, sobre todo, lo que supone un cambio en el patrón de la primera ola, cuando las sufrieron más profesionales y familias afectadas.

A medio y largo plazo

Una de las últimas revisiones, de la mano del investigador Guan Weijie -del Laboratorio Estatal Clave de Enfermedades Respiratorias de Guangzhou (China) y colaborador del epidemiólogo Zhong Nanshan, rostro de la lucha contra el coronavirus en China-, recoge también síntomas que pueden persistir a medio o largo plazo. Según la investigación, publicada este mes en Archivos de Bronconeumología, los síntomas o signos disminuyen progresivamente a partir de la semana 12 de la infección, pero en algunos casos fluctúan durante más tiempo. “Algunos pacientes informaron síntomas residuales de hasta 6 meses o más, especialmente aquellos con covid-19 grave”, escriben esos autores, y mencionan, junto a los ya citados, alteraciones persistentes del gusto y el olfato “a los 6 meses (7 % y 11 %, respectivamente), aunque se recuperan progresivamente a partir de entonces”, y pérdida de cabello “en menos del 20 % de los pacientes a los seis meses, mientras que disminuyó al 11 % al año”. También inciden en que “el 27 % de los pacientes padecía un trastorno del sueño a los 6 meses y el 17 % aún tenía insomnio al año”.

No podemos olvidar que la pandemia ha dejado desde su inicio más de seis millones de fallecidos en todo el mundo y 500 millones de personas infectadas. La OMS sostiene que aún no ha acabado y la incertidumbre sobre las nuevas cepas que puedan surgir es legítima, cuando ni siquiera sabemos (es pronto) qué consecuencias a largo plazo puede tener la infección por la última variante del SARS-CoV-2 predominante.

  1. Neumología: persiste la disnea, pero variantes ‘leves’ rebajan la gravedad
    Está descrito en la literatura que entre un 20-90 % de los pacientes con infección por SARS-CoV-2 pueden presentar síndrome poscovid, siendo incluso más elevado en los pacientes que precisaron hospitalización. “Por suerte, son menos los pacientes que acuden a la consulta y además, con la evolución de las variantes a lo largo de la pandemia, las consultas suponen actualmente entre un 5-15 %”, según María Jesús Buendía García, jefa de Sección de Neumología del Hospital Universitario Infanta Leonor, de Madrid.

Claramente, la variante ómicron ha ocasionado menos gravedad de síntomas, siendo más leves tanto la disnea como la clínica catarral, y predominando la sintomatología otorrinolaringológica como la afonía. “Esto ha hecho que, a menor gravedad, las secuelas sean también menores en comparación con variantes anteriores como la delta. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en pacientes comórbidos o con fragilidad respiratoria, las secuelas son más frecuentes y más graves comparado con pacientes sanos”, subraya la neumóloga, quien señala que, “por otro lado, hay un porcentaje de pacientes nada desdeñable que, a pesar de haber pasado una infección por covid-19 leve, presenta disnea residual y secuelas respiratorias a largo plazo, a pesar de que lo habitual sea que, a mayor gravedad de cuadro infeccioso, mayor probabilidad de persistencia de síntomas”.

Disnea persistente

La disnea es la secuela neumológica más frecuente tras la infección por covid-19, seguida de la tos seca persistente y un patrón radiológico en vidrio deslustrado. “Es muy llamativa la presencia de disnea persistente incluso a pesar de no detectar alteraciones funcionales respiratorias ni radiológicas que la justifiquen en un primer momento. Pacientes que sufrieron un distrés respiratorio grave presentarían esta misma clínica más severa con una mayor limitación funcional por las propias secuelas pulmonares del distrés pulmonar”, destacan Beatriz Arias Arcos y Silvia Martín Bote, del Servicio de Neumología del citado hospital.

El perfil de pacientes con disnea persistente secundaria a covid-19 suele darse en menores de 50 años. “No se trata de que no persista la disnea en población anciana, sino que por su condición de pluripatología y/o polifarmacia puede pasar desapercibida, siendo más llamativa en población joven previamente sana”, puntualizan las neumólogas, destacando que las actuales terapias, ya sean orales o intravenosas, se basan fundamentalmente en disminuir la gravedad del cuadro y, como consecuencia, sus secuelas. Las guías recomiendan el regreso a la actividad habitual de forma precoz y evitar la inmovilización prolongada. En caso de que persistan secuelas respiratorias, la fisioterapia respiratoria es fundamental para la recuperación.

En cuanto a la repercusión de las vacunas, Buendía dice que, actualmente están diseñadas para evitar el contagio y la transmisión del virus o disminuir la gravedad de la covid-19 en caso de infección. “Atenuando la gravedad del cuadro, se disminuyen las posibles secuelas. Aun así, están en progreso estudios para cuantificar el desarrollo y caracterizar las secuelas en pacientes vacunados”.

Tres meses después del pico más alto de la pandemia, los profesionales de Neumología del Infanta Leonor abrieron una consulta monográfica de secuelas poscovid en la que se realizan, según las necesidades de cada paciente, ecografía torácica, espirometría y TAC de tórax para caracterizar y cuantificar las secuelas pulmonares, lo que pone de relieve la importancia del seguimiento. “Además, estamos en contacto estrecho con otros especialistas, incluyendo Rehabilitación, para poder favorecer la óptima recuperación de los pacientes y la valoración global de las secuelas del síndrome poscovid”.

  1. Neurología: rehabilitación cognitiva y física, útil en la cefalea poscovid

Los síntomas neurológicos están entre las manifestaciones no respiratorias más frecuentes de la infección por covid-19, tanto en la fase aguda como en la fase poscovid. En la aguda, cefalea, anosmia, mialgias y encefalopatía son los más comunes. Algunos, como la cefalea, parecen asociarse a la respuesta inmunitaria sistémica contra el virus, de ahí que sean más frecuentes en pacientes con formas menos graves y con mejor pronóstico. Otros pueden ser secundarios a la afectación multisistémica, hipercapnia y fallo multiorgánico, como la encefalopatía, siendo marcador de peor evolución”, expone David García Azorín, vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

“En el poscovid, se observa una clara tendencia hacia la mejoría progresiva, especialmente en aquellos síntomas que se asociaron a la respuesta del sistema inmune, si bien existe un pequeño porcentaje de pacientes, un 15-20 %, que sigue padeciendo cefalea varios meses después de la fase aguda. En cuanto a los síntomas cognitivos, la famosa niebla mental o cerebral, están entre los más frecuentes una vez superada la fase aguda de la infección y también tiene una clara tendencia a disiparse de manera espontánea. En la evaluación neuropsicológica suelen observarse déficits de predominio en atención y velocidad de procesamiento, y en los estudios de neuroimagen convencional es excepcional encontrar anomalías estructurales que los justifiquen, un hecho común en la mayoría de manifestaciones neurológicas. Actualmente, se está investigando en la evaluación a nivel microestructural, bien con análisis específico de la sustancia gris y blanca cerebrales, o bien de la conectividad cerebral; así como en la evaluación de biomarcadores que puedan sugerir una posible neurodegeneración. Los primeros estudios sugieren diferencias respecto de los controles, sin que quede clara su causa y apuntando a un posible papel de la pérdida de aferencia sensorial, puesto que muchas de las áreas en las que se han encontrado diferencias son regiones relacionadas con la olfacción”.

Vacunación generalizada

La vacunación generalizada, desde el punto de vista neurológico, parece haber reducido la duración e intensidad de algunas manifestaciones neurológicas (cefalea, anosmia o mialgias); mientras que otras (encefalopatía, cuadros cerebrovasculares) son mucho menos habituales, probablemente por la menor frecuencia de cuadros graves. “Respecto de los síntomas de nuevo descubrimiento, afortunadamente no hemos tenido nuevas sorpresasen cuanto al virus, tal vez la más destacable sea el síndrome de trombosis con trombocitopenia asociado a las vacunas con vectores no replicantes de adenovirus. En cuanto a otros efectos adversos, en un gran estudio realizado en los Estados Unidos de América, durante los primeros seis meses de vacunación, durante los que se administraron 306 millones de dosis, se reportaron al sistema de farmacovigilancia estadounidense 105 000 (0,03 %) efectos adversos neurológicos. Algunos efectos temidos, como el síndrome de Guillain-Barré o la trombosis de senos venosos cerebrales fueron notificados con una tasa menor a un caso por cada 1 000 000 de dosis. En este estudio se observó que la frecuencia de esos mismos efectos adversos era hasta 617 veces superior después de la infección por covid-19 comparado con la frecuencia después de la vacunación”.

Con respecto a las secuelas, entendidas como síntomas o signos que son debidos a un daño estructural del sistema nervioso, “se observan en pacientes que han tenido cuadros generalmente vasculares o inflamatorios graves. En estos pacientes, las secuelas tienen una expresión clínica y un manejo similar al de las secuelas que puedan presentar otros pacientes no afectos de covid”.

Estudio multicéntrico

En los síntomas persistentes, definidos como aquellas manifestaciones donde no se ha podido demostrar un daño “estructural”, pero que el enfermo los refiere, “los estudios que incluyen un seguimiento a más largo plazo observan que sigue habiendo un ligero declinar en la frecuencia de enfermos con síntomas persistentes, pero la curva tiende a aplanarse y la mejoría se hace más lenta que en las semanas inmediatamente posteriores a la fase aguda. Esto se ha observado, por ejemplo, en el caso de la cefalea en un estudio colaborativo entre seis hospitales españoles que evaluó 905 pacientes sobre un total de más de 3 700 casos, describiéndose que cuando el paciente no había mejorado tras dos meses, lo más frecuente era que presentase una evolución hacia la cronicidad, de ahí la importancia de plantear tratamientos que favorezcan la mejoría en esos pacientes”.

En la consulta

Las secuelas de la covid son hoy motivo de consulta frecuente, destaca García Azorín, lo que “sumado a las consecuencias de la pandemia, por la interrupción de los programas de estimulación cognitiva y la notable menor actividad física de muchos pacientes, ha empeorado la situación clínica y la calidad de vida de muchas personas con enfermedades neurológicas”. El especialista de la SEN apunta que “en algunos centros se ha decidido crear unidades específicas de neuro-covid, puesto que muchos pacientes presentan manifestaciones múltiples y su abordaje es relativamente similar, mientras que en otros centros dichos pacientes se han diluido entre las demás consultas. A falta de tratamientos específicos, muchos pacientes se manejan a semejanza de pacientes con fenotipos similares. Por ejemplo, en el caso de la cefalea, se suelen emplear tratamientos para la migraña en el caso de que el fenotipo de la cefalea sea más bien migrañoso, mientras que se priorizan otros habituales en la cefalea tipo tensión si el fenotipo es más bien parecido a una cefalea tipo tensión. Un tratamiento que está dando buenos resultados pero que requiere de recursos, tiempo y paciencia son todos los tratamientos de rehabilitación cognitiva y física, que, por desgracia, no siempre están disponibles para los pacientes”.

El impacto de la covid en la función cognitiva es objeto de investigación médica, no obstante, “la mayoría de estudios reportan series con un número de pacientes bajo y con frecuencia sin un adecuado grupo control. Casi todos los estudios reportan diferencias desfavorables para el grupo de pacientes covid, con peor ejecución en tareas de atención, velocidad de procesamiento, función ejecutiva y en ocasiones lenguaje. Un meta-análisis que evaluó 27 estudios, con un total de 2 049 individuos, observó al comparar sujetos con y sin infección por covid que la puntuación en el test MoCA era inferior en pacientes con la infección, con un efecto sumatorio asociado a la edad, siendo mayor la diferencia cuanto mayor fuera la edad de los pacientes estudiados”.

“Algunos estudios disponen de cohortes de pacientes con datos previos a la infección, observando un mayor empeoramiento en aquellos pacientes que han sufrido la infección que en los que no la han padecido. Esto es especialmente importante, ya que la propia pandemia supone un efecto muy negativo para la cognición de prácticamente todo el mundo, debido a la peor calidad de sueño, cambios en la actividad cognitiva, mayor estrés, peor alimentación, menor actividad física y la interrupción del seguimiento médico”.

Tras la UCI

En cuanto a los pacientes con covid grave que requirieron hospitalización o incluso ingreso en unidades de cuidados intensivos (UCI), “es frecuente que en el periodo inmediatamente posterior al ingreso su situación cognitiva sea peor, no obstante, esto es habitual en supervivientes de procesos graves, infecciosos o de otra índole. A medio y largo plazo esas diferencias se suavizan y no existe una correlación clara entre la gravedad de la infección covid y la intensidad de las quejas cognitivas, puesto que muchos pacientes han padecido infecciones paucisintomáticas. La atención de estos pacientes a largo plazo es importante, puesto que muchos pueden tener dificultades cognitivas que repercutan en su actividad laboral y una correcta evaluación puede tener implicaciones médico-legales. Es importante además evaluar la situación de partida, puesto que desconocemos los efectos que el virus pueda tener a más largo plazo, siendo necesarios estudios a medio y largo plazo para evaluar sus consecuencias”.  

Ictus

“Durante los meses más duros de la pandemia se observó un descenso notable en la frecuencia de visitas a urgencias, que no fue tal para algunas patologías como el ictus o el infarto de miocardio. En algunas series se describió un descenso en el número de casos leves, manteniéndose la frecuencia de eventos graves, no obstante, se ha observado que muchos de esos casos leves acabaron consultando semanas después. Durante el inicio de la pandemia se observó un ligero aumento de frecuencia de ictus, con mayor porcentaje de ictus en personas infectadas, de etiología no atribuible a las típicas causas, en edades inusuales y con una gravedad algo mayor, lo cual se relacionó con la infección y un posible daño endotelial del virus y de un estado protrombótico, observado también por el aumento de trombosis venosas y arteriales respecto de la población no infectada. La frecuencia de este tipo de ictus ha disminuido y en la actualidad, como otras manifestaciones, son menos habituales”.

  1. Cardiología: menos complicaciones cardiovasculares en la infección aguda

Las secuelas y afectaciones cardiológicas y cardiovasculares que se observaron durante la primera ola de la pandemia se siguen manteniendo actualmente. “Sí, las secuelas son las mismas. Otro aspecto es la afectación cardiovascular durante la infección aguda. Al tratarse de casos más leves, estamos observando una menor incidencia de complicaciones cardiológicas”, destaca José María Gámez, presidente de la Asociación de Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo en el Hospital Universitario Son Llatzer, de Palma de Mallorca.

No obstante, matiza que, tal y como recogen diversos estudios, “se siguen produciendo arritmias como la fibrilación auricular, procesos inflamatorios como pericarditis y miocarditis, y cuadros de insuficiencia cardiaca y procesos tromboembólicos”, dentro de los de mayor gravedad.

Virus y vulnerabilidad

Hasta la fecha, y según el cardiólogo, se sabe que la variante ómicron produce casos más leves que la delta, “siempre que se cuente con la pauta completa de vacunación. Sin embargo, el covid prolongado ocurre independientemente de la variante del virus que haya provocado la infección. En este sentido, no hay evidencia de diferencias entre variantes”.

Una mayor vulnerabilidad para presentar secuelas a largo plazo se relaciona, según sugiere un reciente estudio en Nature Medicine, con “haber pasado la covid-19, pues incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares como miocarditis y pericarditis, tromboembolias, infartos o insuficiencia cardiaca, independientemente de la gravedad de la infección aguda, de la edad y de no tener enfermedades previas”.

El desarrollo de vacunas sí parece haber aportado ciertas mejoras en relación con los efectos de la infección a largo plazo.

Un reciente estudio realizado en Reino Unido pone de manifiesto que “las personas que han recibido una o más dosis de vacuna contra la covid-19 tienen hasta un 49 % menos de probabilidad de desarrollar covid prolongado tras la infección”. A pesar de que la inmunización basada en ARN modificado se ha relacionado con la aparición de miocarditis,“ en casos aislados, generalmente en varones jóvenes, en los siguientes 14 días tras la segunda dosis, habitualmente han tenido una buena evolución clínica”.

En relación con el porcentaje actual que en las consultas cardiológicas representan los pacientes con alteraciones por long covid, el también profesor de Cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de las Islas Baleares señala que no hay registros al respecto.

“Aunque se estima que la prevalencia de covid persistente se sitúa en un 10 %, hasta la fecha no hay datos sobre ese porcentaje de afectados. Probablemente sean más casos de los que creemos, pues los pacientes consultan por síntomas diversos (dolor torácico, disnea, palpitaciones, entre otros) que pueden atribuirse a cardiopatías concretas”.

De cualquier forma, la atención a estas personas debe ser una prioridad a través del desarrollo de unidades o consultas específicas”.

Unidades específicas

Para el adecuado manejo de estos pacientes, sería necesario desarrollar unidades multidisciplinares que agruparan a diferentes especialidades con el objetivo de diagnosticar y tratar de forma transversal y efectiva. “Sin estas unidades el paciente puede acabar yendo de especialista en especialista sin llegar a un diagnóstico definitivo”.

También se ha descrito el síndrome de covid persistente en la edad pediátrica. Suelen ser adolescentes o preadolescentes con cuadros de astenia, febrícula mantenida y cefalea. “En algunos casos, estas manifestaciones podrían confundirse con síntomas por ansiedad en el contexto de aislamiento vital de esta población durante la pandemia, por lo que podría existir un infradiagnóstico”.

  1. Hematología: El dilema ante el virus persistente en el paciente oncohematológico

Las complicaciones hematológicas asociadas a la covid-19 más frecuentes son los eventos tromboembólicos, si bien todo apunta a que han disminuido con respecto a las primeras olas de la pandemia, según comenta Ramón Lecumberri, de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), y apunta entre los factores que pueden explicarlo al cambio de la cepa predominante del virus, al hecho de que la inmensa mayoría de la población esté vacunada (al menos en España), la mejora de los tratamientos de soporte a los pacientes con covid, así como la disponibilidad de nuevas armas terapéuticas frente al virus. Sin datos exactos sobre la incidencia de complicaciones tromboembólicas, la estimación es que ahora es “muy parecida a la que se observa en otros pacientes hospitalizados por un proceso infeccioso agudo”. Mucho menos frecuente es la púrpura trombocitopénica autoinmune, un cuadro que se maneja de forma similar a las trombocitopenias inmunes producidas por otras patologías.

Las guías clínicas para prevenir la enfermedad tromboembólica en pacientes con covid se actualizan prácticamente en tiempo real. “Hay ensayos que comparan las dosis estándar de tromboprofilaxis con heparina frente a dosis superiores en paciente crítico (UCI) y en paciente en planta convencional. En el enfermo en UCI no se ha visto un beneficio de las dosis superiores con respecto a las profilácticas estándar, mientras que en el paciente en planta sí hay datos que sugieren que al menos algunos de ellos se podrían beneficiar de dosis más altas de heparina, incluso de dosis terapéuticas aunque no hayan sufrido trombosis. Algunas guías empiezan a incorporar esos resultados a sus recomendaciones”, explica Lecumberri. “El problema es que se han obtenido en pacientes incluidos en ensayos en las primeras oleadas pandémicas y ahora nos encontramos en un escenario distinto”, matiza sobre las cuestiones y dudas que inevitablemente surgen a medida que evoluciona la pandemia. Entre las recomendaciones consensuadas está el que los pacientes anticoagulados que se infectan por el coronavirus continúen con su tratamiento, salvo que surja contraindicación o complicación hemorrágica.

Raros cuadros asociados a vacunas

Con la vacunación se redujeron los casos graves de covid y, por tanto, sus peores complicaciones, aunque también saltaron a la palestra dos raros trastornos hematológicos: la ya conocida trombocitopenia autoinmune (que también puede aparecer por la propia covid, además de asociada a cualquier inmunización) y lo que se ha denominado trombocitopenia trombótica inducida por vacuna (VITT). Este infrecuente trastorno -unos 8-10 casos por millón de vacunas administradas- se caracteriza por una trombocitopenia junto a fenómenos trombóticos crónicos (en localizaciones atípicas, como cerebro y abdomen), relata Lecumberri. El síndrome se vio asociado a vacunas vectorizadas con adenovirus y, sobre todo, tras la primera dosis. “En España se han dejado de emplear ese tipo de vacunas, por lo que no vemos cuadros de VITT en nuestro medio”.

Preocupación

Un motivo de preocupación es el hecho de que en los pacientes oncohematológicos las vacunas consiguen unas respuestas muy pobres, “algunos no responden en absoluto”, recuerda este especialista de la Clínica Universidad de Navarra. Como consecuencia, al infectarse por el virus, les cuesta mucho eliminarlo. “Sin presentar necesariamente una sintomatología relevante, tienen persistentemente cargas virales elevadas, lo que nos complica la continuidad de los tratamientos para sus procesos de base”.

En esos pacientes se plantea la decisión de reanudar o no el tratamiento, poniendo en la balanza riesgo y beneficio, o la de recurrir a las nuevas terapias antivirales (no siempre fácilmente accesibles).

  1. Otorrinolaringología: alteraciones de olfato y gusto, menos frecuentes con ómicron

Más de dos años desde la aparición del SARS-CoV-2, “las alteraciones del olfato y del gusto siguen siendo síntomas de la covid-19 provocadas por la variante ómicron, aunque con menos frecuencia que en las anteriores variantes”, expone Pablo Parente, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), y cita el estudio ZOE, publicado recientemente en The Lancet, con Cristina Menni, del King’s College London, como primera autora, donde “la prevalencia de alteraciones del olfato en pacientes infectados por la variante ómicron es del 17 %, frente al 52 % con la variante delta”.

Las investigaciones realizadas a lo largo de este tiempo aportan más información sobre las causas que relacionan el SARS-CoV-2 con estos síntomas. “Se ha observado que el neuroepitelio olfatorio expresa ACE2 y TMPRSS2, que son las proteínas de membrana a las que se fija el SARS-CoV-2 para introducirse en la célula”, explica el otorrinolaringólogo. “Sin embargo, ni las neuronas sensoriales olfatorias ni las neuronas del bulbo olfatorio expresan estos genes, que sí se expresan en las células de soporte, las células madre y las células perivasculares. El daño de estas células conduce a la alteración del proceso de olfacción, bien impidiendo que las moléculas se unan al receptor específico de la neurona sensorial (lo que supondría un daño leve y de corta duración) o bien lesionando secundariamente las neuronas. La severidad del daño producido se reflejaría en la intensidad de la alteración olfatoria y en su duración”.

La irrupción y expansión de la variante ómicron no ha supuesto grandes cambios en las características clínicas de la infección en el área de la ORL, comparada con la variante delta, “salvo que el dolor de garganta es más frecuente y la pérdida de olfato menos prevalente en las personas infectadas por ómicron. Sin embargo, si se compara con las primeras variantes, tanto la variante delta como la ómicron tienen una mayor expresión clínica en nuestra área, presentando de forma frecuente rinorrea (80 %), obstrucción nasal (70 %), estornudos (60 %) y disfonía (42 %)”.

Rehabilitación olfativa

Según los datos publicados por Lechien,“las alteraciones olfativas persisten en un 4,7 % de los pacientes con anosmia por covid”. En los casos de persistencia de la anosmia, puede contemplarse la rehabilitación, pues “existe suficiente evidencia científica que soporta el uso de la rehabilitación olfativa para el tratamiento de la anosmia. Sin embargo, debemos saber que, aunque en la mayor parte de los pacientes se registra una mejoría significativa de la función, en la mayor parte de los pacientes en los que la anosmia persiste más allá de los 6 meses, esta mejoría no es completa y en algunos afectados es mínima o no llega a producirse”.

Sobre el potencial impacto positivo de la vacunación en estas alteraciones asociadas a la covid, el especialista de la SEORL-CCC afirma que, “si tenemos en cuenta el mecanismo de acción de las vacunas de ARNm, no es lógico inferir que puedan tener mucho efecto en células alojadas en las fosas nasales, punto de entrada del virus. Se postula que la disminución de la incidencia de alteraciones olfativas en la variante ómicron está relacionada con los cambios en el spike y el mecanismo de unión a las células de soporte del epitelio olfatorio”.

  1. Medicina Interna: Tras una definición más robusta del síndrome poscovid

Los síntomas persistentes tras la covid que se ven con más frecuencia son “astenia, con importante intolerancia al ejercicio físico, polipnea y disnea, y dolor generalizado, sobre todo mialgias”, enumera Esther del Corral, de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), a los que añade también -aunque con menor frecuencia que los anteriores- ciertas alteraciones neurocognitivas (niebla mental, cefalea y síntomas relacionados con la disautonomía, sobre todo, taquicardia). En la exploración “se objetivan pocas alteraciones orgánicas. Rara vez las pruebas complementarias son patológicas. Para ellos es muy frustrante tener tantos síntomas, algunos invalidantes, y que las pruebas no objetiven ninguna anomalía”.

Los síntomas enumerados están entre los más habituales, pero se han llegado a describir 200 diferentes. El predominio de nuevas variantes, como ómicron, no parece haberlos cambiado, aunque, puntualiza Del Corral, “para hablar de las consecuencias de ómicron es todavía pronto”.

Cifrar la frecuencia de esos síntomas es una tarea complicada, pues los criterios varían según se hable de covid persistente o de poscovid, al margen de que los estudios epidemiológicos realizados tienen metodología dispar; algunos sitúan esos trastornos en un 5-10 %, o incluso un 20 %. “Mi sensación es que están algo sobreestimadas. Por ejemplo, en Aragón ha habido unos 400 000 pacientes con covid agudo, lo que nos haría suponer unos 40 000 pacientes con covid persistente. Tenemos un código específico para ellos en atención primaria desde noviembre y dista mucho de estas cifras. Hacen falta estudios de buena calidad”.

También es difícil establecer un plazo para la recuperación, si bien la internista del Hospital Royo Villanova, de Zaragoza, señala que en consultas la tendencia es a la mejoría a los 3-9 meses, o el año, aunque en las asociaciones de pacientes también ven algunos donde persisten síntomas durante dos años. Recuerda que el 6 de octubre de 2021 la OMS publicó un documento de consenso sobre el síndrome postcovid un tanto vago a la hora de determinar duración, síntomas o alteraciones de la funcionalidad. “En España, Sanidad, mediante metodología Delphi, está trabajando con un grupo de expertos multidisciplinarios en una definición. Mi opinión es que ahora un paciente con anosmia persistente entra en la definición de condición poscovid y otro con astenia, disnea, intolerancia al ejercicio físico y disautonomía también, aunque el impacto en su vida diaria desde luego no es el mismo. La definición debería incluir un número mínimo de síntomas, o unos criterios y su impacto en calidad de vida y funcionalidad; o al menos deberíamos trabajar en criterios de gravedad”.

Menos daño orgánico

La vacunación ha impactado en las secuelas, entendidas como un daño orgánico objetivado, “porque han disminuido muchísimo los casos graves y por lo tanto el daño orgánico derivado de ellos (fibrosis pulmonar tras distrés respiratorio, polineuropatía del enfermo grave tras ingreso en UCI, hipertensión pulmonar tras tromboembolismo pulmonar, entre otros)”. Se necesitan estudios comparativos en pacientes con y sin vacuna previa para determinar si ese efecto positivo se extiende también a los síntomas persistentes.

Sobre las consultas poscovid, opina que “la mayoría de los pacientes pueden seguirse en Atención Primaria, que es garante de la atención integral y de la accesibilidad”, y que al hospital solo deberían llegar casos complejos o en los que descartar otra enfermedad; destaca la importancia de establecer circuitos para la comunicación entre niveles asistenciales, así como criterios de derivación. La internista reconoce que “no hay un tratamiento que haya demostrado beneficio para esta condición. Eso a veces hace que sea algo frustrante la atención, porque tenemos poco que ofrecer”.

  1. Digestivo: dolor abdominal y diarrea se alargan en el 43 % de afectados

Luis Bujanda, catedrático de Medicina en la Universidad del País Vasco y jefe del Área de Enfermedades Hepáticas y Gastrointestinales del Instituto Biodonostia, hace un recorrido a través de los dos últimos años de pandemia diferenciando, por un lado, los enfermos que han tenido secuelas, por ejemplo fibrosis pulmonar tras infecciones pulmonares graves, y por otro, los síntomas persistentes a largo plazo en personas que han pasado la infección.

“En general el número de infectados en todas las olas ha incrementado la prevalencia tanto de infectados como de enfermos graves; los que han requerido hospitalización. Por tanto, la prevalencia de personas afectadas por secuelas y síntomas persistentes ha aumentado”.

Corto y medio plazo

Durante este tiempo, considera que se han mantenido las mismas alteraciones digestivas. “Entre un 12-17 % de los pacientes con infección aguda por covid-19 presentan síntomas gastrointestinales, fundamentalmente diarrea, náuseas y vómitos y dolor abdominal. Estas manifestaciones perduran largos periodos, más de 6 meses en más de un tercio de los pacientes”.

Precisamente, las secuelas de la infección son más importantes en los pacientes más graves, como personas mayores de 70 años, varones y con comorbilidades. “Los síntomas persistentes pueden darse, sin embargo, en cualquier grupo de edad, aunque más probablemente en mujeres en edades medias de la vida”.

En estos momentos, y al igual que en la primera ola, las complicaciones y secuelas de tipo digestivo no suelen comprometer la vida del paciente. Las más frecuentes y graves, señala Bujanda, son las que afectan al pulmón como la fibrosis o los trastornos tromboembólicos. “Otras no despreciables son las secuelas a nivel cardiaco como las producidas por miocarditis o derrames pericárdicos”.

Los estudios en los que se evalúa si las infecciones originadas por ómicron han reducido o aumentando las secuelas son reducidos, pero “parece que no ha habido nuevas secuelas ni variación en la prevalencia de la sintomatología a largo plazo en los pacientes infectados por estas variantes”.

En cambio, todo parece indicar que la vacunación ha ejercido un efecto positivo. “Lo lógico es pensar que sí. Las vacunas han conseguido disminuir las infecciones en general y las infecciones graves, por lo que también es posible que las secuelas provocadas por la covid-19 sean menores”.

En estos momentos, y según los datos que maneja el catedrático, en las consultas de Aparato Digestivo el número de las relacionadas con covid persistente es bajo.

Síntomas diarios

Sin embargo, recientes estudios han observado que el 43 % de las personas que presentan clínica gastrointestinal durante la infección siguen teniendo síntomas digestivos seis meses después de haber pasado la infección. “Fundamentalmente dolor abdominal y diarrea, cuadros que en un tercio de los afectados se produce a diario”.

A pesar de que a día de hoy no parece necesaria la implantación de consultas específicas de diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las secuelas de la covid-19 en esta especialidad, es evidente que “diagnosticaremos pacientes con síndrome de colon irritable y síndrome dispéptico funcional tras la infección por covid-19. No podemos precisar en este momento el número de pacientes que consultarán por estos trastornos, pero pensamos que será reducido”.

Más tajante se muestra en cuanto a esta atención específica para otro tipo de sintomatología. “La respuesta es sí. Se sabe que hay un número importante de pacientes con secuelas de la infección en los es necesario realizar seguimiento de las lesiones, por ejemplo, pulmonares o cardiacas”. Y sin olvidar que entre un 10-20 % de pacientes han pasado la infección con síntomas persistentes, “algunos de ellos degran severidad y que les impiden realizar su trabajo y actividades diarias. Para estos últimos, son muy necesarias las consultas centralizadas especializadas”.

  1. Dermatología: cinco patrones cutáneos que varían con la evolución de la pandemia
    “No contamos con registros que reflejen con exactitud el porcentaje de infectados que presentan manifestaciones cutáneas. Tampoco conocemos la variación exacta en su frecuencia a lo largo de la evolución de la pandemia y con la aparición de nuevas variantes del virus. Sin embargo, parece que las manifestaciones cutáneas no son tan numerosas como lo fueron durante los primeros meses de pandemia”, afirma Cristina Galván, principal autora del estudio Covid Piel de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

La diferencia con respecto a las olas previas puede explicarse, indica la dermatóloga, por las mutaciones del SARS-CoV-2 y la inmunidad adquirida (por infección o vacuna), o porque se ha dejado de tratar la enfermedad con ciertos medicamentos, como la hidroxicloroquina, entre otros factores.

Variabilidad

Al igual que en otros órganos, la covid-19 se comporta en la piel con una enorme variabilidad entre unos casos y otros. No obstante, “hay cinco patrones característicos, mucho más habituales. Cada uno relacionado de forma significativa con un grupo de edad, un momento evolutivo de la enfermedad y un grupo de gravedad sistémica asociada. Por ejemplo, el patrón llamado livedo-necrótico se encuentra en pacientes más graves y de mayor edad, y el patrón similar a sabañones, aparece de forma muy tardía respecto a la infección, en casos muy leves o sin síntomas y es propio de niños y jóvenes. Si no tenemos en cuenta los diferentes grupos, algunos autores consideran que el patrón urticariano (con presencia de habones) es el más frecuente. Los otros dos patrones son el vesiculoso y el maculopapuloso”.

Afectación vascular

Sobre las manifestaciones más frecuentes de la fase poscovid, que podríamos llamar secuelas, señala que “la caída intensa de cabello -efluvio telógeno- en convalecientes es muy habitual. Asusta mucho, pero se recupera bien”. De hecho, las manifestaciones cutáneas, “salvo las cicatrices secundarias a lesiones más destructivas, como las necrosis asociadas a los casos más graves, remiten en más o menos tiempo”.

Entre las hipótesis que explicarían esas manifestaciones, están ciertos medicamentos; alteraciones inmunológicas del paciente inducidas por la enfermedad que reactivan otros virus latentes (como el herpes); el daño directo del virus sobre células de la piel; reacciones inmunitarias sistémicas que generan erupciones cutáneas (urticaria o lesiones similares a sabañones).

Además, “cada vez hay mayor evidencia de que el recubrimiento interior del vaso sanguíneo, el endotelio, es una diana preferente para el SARS-COV-2”. Este daño endotelial puede estar también relacionado con muchas erupciones. Finalmente, “la irregularidad en el sistema de coagulación en los pacientes más graves sería la causa de las manifestaciones de livedo-necrosis”.

La covid-19 también puede inducir la aparición de novo o empeorar dermatopatías previas, como ocurre en psoriasis, en cuya patogenia, al igual que en la de la covid, están implicadas las interleucinas. Son potenciales rebrotes ante los que estar “muy pendientes”.

Las reacciones cutáneas tras las vacunas coinciden en muchos casos con las descritas en la infección, algo lógico, explica la especialista, si se tiene en cuenta que la causa puede ser una reacción inmunitaria.

Una de las reacciones más registradas es el herpes zóster. “El cambio en la inmunidad que genera, tanto la covid-19 como la vacuna, puede ser una circunstancia que favorezca la reactivación de estos virus”.

  1. Oftalmología: sin información del influjo de las nuevas variantes del virus

Por suerte, son escasas las secuelas oftalmológicas detectadas en la gran mayoría de los pacientes que han pasado la infección por SARS-CoV-2. No obstante, una de las complicaciones más importantes asociada a la infección es la afectación vascular de la retina, más frecuentemente, en forma de trombosis venosas retinianas. “Esta enfermedad ocular se asocia al estado procoagulante asociado a la enfermedad, y puede tener repercusión variable sobre la visión según la gravedad de cada caso”, según Bárbara Burgos Blasco y Noemí Güemes Villahoz, del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico de Madrid.

Incidencia infradiagnósticada

De la misma forma, y según la evidencia de la que dispone esta especialidad, hasta el momento no se han encontrado cambios importantes en cuanto a las complicaciones oculares asociadas a la covid-19 con las nuevas cepas del SARS-CoV-2.

Consideran posible que la variante ómicron, que en general es más leve a nivel sistémico, asocie menos complicaciones oftalmológicas. “No obstante, no disponemos de suficientes datos hasta la fecha como para poder confirmar esta hipótesis”.

Pero los hechos están ahí: en la primera ola, uno de cada diez pacientes presentaba conjuntivitis asociada a la covid-19, según los hallazgos pioneros del equipo de Oftalmología del Hospital Clínico, que en la primera ola pandémica ya describió la presencia de conjuntivitis en los pacientes que ingresaban por coronavirus en este centro.

En estos últimos meses, “consideramos que los pacientes con la enfermedad presentan, probablemente, menos conjuntivitis, hecho que puede explicarse por diversos factores, según las oftalmólogas: “Su incidencia está infradiagnosticada por la menor gravedad de la mayoría de los cuadros de covid-19, lo que ha reducido las consultas médicas relacionadas”.

Puesto que la mayoría de las secuelas oculares derivadas de la enfermedad son generalmente subclínicas, “no se requiere un manejo específico. No es así en casos que presentan complicaciones oculares más graves asociadas a la infección, por suerte bastante infrecuentes, donde se maneja según la enfermedad específica”.

Según Burgos y Güemes, también “se desconoce, por el momento, el perfil concreto de pacientes que es más propenso a sufrir alteraciones oculares asociadas a la infección. En el caso concreto de la población pediátrica, por lo general, las manifestaciones oftalmológicas son menos frecuentes. No obstante, se precisan más estudios en población pediátrica”.

Además de la conjuntivitis, los oftalmólogos también describieron en anteriores olas epidémicas alteraciones en la motilidad ocular, aumento de lesiones vasculares retinianas, como trombosis venosas, por ejemplo, e incluso raros casos de inflamación ocular o uveítis.

¿Y a largo plazo?

Uno de los últimos signos en sumarse a la lista de secuelas, según informa el JAMA Ophtalmology, es la oclusión venosa de la retina (OVR), descrito por investigadores de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, quienes, no obstante, matizan en el trabajo que “estos eventos siguen siendo raros y, en ausencia de controles aleatorios, no se puede establecer una relación de causa y efecto”. En estos momentos no se dispone de estudios consolidados sobre las consecuencias del SARS-COV-2 sobre la salud ocular a largo plazo. Los datos observados siguen siendo preliminares, pero afortunadamente tampoco existe una evidencia sólida sobre la existencia de interacciones con otras enfermedades o enfermedades sistémicas.

  1. Psiquiatría: salud mental, estable en sanitarios, pero crece en adolescentes

Marzo de 2020. Los hospitales empiezan a recibir a miles de personas infectadas por el nuevo coronavirus SARS-Cov-2. Se desconoce casi todo de su acción, de lo que ocasiona, de lo que puede acarrear en el futuro para la salud. Lo único cierto es que los sanitarios se enfrentan a saturación y muerte entre los afectados. Y el estado anímico entre ellos, debido al miedo a contagiarse de un virus que ocasiona enfermedad grave y a interminables jornadas de trabajo, se empieza a resentir acabando, meses después, en un auténtico desastre para la salud mental.

En aquellos primeros meses, profesionales de la salud, afectados por el SARS-CoV-2 y familias que perdían a alguno de sus miembros en completa soledad fueron los grupos que, con mayor crudeza, sintieron la enfermedad ‘del alma’ que también originaba el nuevo virus.

Cambio de patrón

La mayoría de centros hospitalarios de toda España desplegó a todos sus especialistas en Psiquiatría y Psicología, no solo para reforzar a otros equipos, sino también para hacerse cargo de una de las partes más duras de la pandemia: aliviar el sufrimiento e intentar dar soporte a una situación tan desconocida como dramática. Tanto es así, que la OMS alertó de otra ‘futura pandemia’ para los próximos años, estimando un incremento del 20 % de los trastornos mentales graves.

Dos años después, Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y responsable del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, pionero en implantar equipos de apoyo psicológico para profesionales y familias afectadas, reflexiona y señala que los cuadros de estrés postraumático, focalizados fundamentalmente en sanitarios y familiares afectados en la primera ola de la pandemia, “han ido mejorando con el paso del tiempo. Pero estas secuelas se han extendido a otros grupos vulnerables, como los adolescentes, que empezaron a mostrar alteraciones a finales de 2020, fecha desde la que se mantienen una elevada incidencia y demanda de asistencia en salud mental en este grupo”.

Los cuadros que con mayor frecuencia se están observando en este grupo de población son trastornos de conducta alimentaria, sobre todo anorexia nerviosa, autolesiones y signos de tipo afectivo-ansioso.

“No es que se trate de una nueva epidemia. Este tipo de alteraciones ya se producían hace dos años en muchos adolescentes, con largas listas de espera. Lo que ha ocurrido es una sobre epidemia: un vaso que estaba lleno y que se ha desbordado porque no hemos sido capaces de absorberlo. La realidad es que antes de la covid-19, una de cada cinco personas ya padecía un trastorno mental. Cuando se produce una situación de tensión límite, no se es capaz de absorber ni un poquito más”, reconoce Arango.

Soluciones innovadoras

A su juicio, en un momento en el que la demanda de atención psicológica ha crecido entre un 20 y un 25 %, hay que tirar el carro, “ser innovadores y no responder con medidas que sean estables y costosas”.

En el caso de los adolescentes, por ejemplo, una de las soluciones propuestas es abrir camas de hospitalización, lo cual “es un error enorme porque, al final, es una medida muy costosa, estructural y con vocación de permanencia. Hay que incidir en el abordaje en estadios tempranos, rebajar la lista de espera y realizar prevención primaria y secundaria. Centrarse solo en lo que es actualmente urgencia -que nunca es buena consejera en la gestión sanitaria-, supone hipotecarnos a medio y largo plazo y no resolver el problema”.

Entre los profesionales sanitarios, y gracias a unas menores tasas de incidencia y gravedad por infección SARS-CoV-2, la demanda de atención psicológica no ha aumentado en estos dos años, a pesar de que, algunos casos, aún mantienen sintomatología postraumática. “La demanda se ha estabilizado. Actualmente, no han aumentado los requerimientos de apoyo y asistencia, pero también es cierto que cada día llega un nuevo caso”.

  1. Pediatría: menos del 1 % de los niños presenta síntomas poscovid

La población pediátrica ha sido una de las últimas en incorporarse, por la escasez de casos en los primeros momentos de la pandemia, al análisis de los síntomas agudos y persistentes que en este grupo origina la infección por SARS-CoV-2. Cinta Moraleda, de Enfermedades Infecciosas del Servicio de Pediatría del Hospital 12 de Octubre, de Madrid, y una de las coordinadoras de la red EPICO-AEP que detalla la situación de la covid-19 infantil en España, indica que de los casos registrados desde la primera ola y hasta el momento, “la gran mayoría, incluso aquellos que necesitaron o necesitan ingreso, se están recuperando sin secuelas. El mensaje es, por tanto, tranquilizador”.

No asociados a la gravedad inicial

Se considera que presentan long-covid cuando aparecen síntomas, que pueden ser intermitentes, pero que persisten más de dos meses y que comienzan en los primeros tres meses tras la infección aguda, tal y como describe la OMS.

Actualmente, se estima que menos del 1 % de los niños presenta síntomas poscovid; persisten en eltiempo y no están asociados, en principio, a la gravedad de la enfermedad inicial. “Es muy similar al de los adultos y, sobre todo, recoge mialgias, cefaleas y astenia. A veces es más difícil de valorar. Incluso, las definiciones son cambiantes en cuanto a los síntomas que incluyen y, en ocasiones, se pueden confundir con otros de carácter psicosomático asociados al cambio de vida que ha generado la pandemia”. Sí existe un patrón de síntomas más generalizado en niños más mayores y adolescentes, aunque pueden darse en cualquier edad pediátrica. Son muy variables en la mayoría de afectados y además de astenia, cefalea y mialgia -los más documentados-, puede aparecer falta de memoria o de concentración, lagunas mentales, insomnio y pérdida de gusto y olfato. “Algunos sí llegan a afectar de manera importante a la vida diaria, pero no pueden considerarse graves porque no precisan ingreso”. El cuadro en niños “se presenta como una constelación de síntomas, ya que también pueden existir dolor torácico, articular o muscular y alteraciones de la sensibilidad”.

El Hospital 12 de Octubre dispone de una consulta específica de long-covid, que coordina Moraleda, desde la que se presta asistencia a los afectados. Sin embargo, actualmente se desconoce la etiopatogenia o el mecanismo por el que se produce este fenómeno, por lo que tampoco hay terapias que claramente hayan demostrado que mejoren síntomas. “Acompañamos y descartamos que no se deban a otros procesos infantiles no asociados a covid-19. Es muy importante apoyarles en el proceso y dar paso a otros especialistas cuando precisan otras evaluaciones”.

El influjo de la vacuna

La buena noticia es que un significativo porcentaje mejora con el tiempo y “no llegan ni a consultar porque son síntomas muy leves que disminuyen progresivamente. Pero también es cierto que, en otros niños, muy pocos, persisten más allá de un año. Aún estamos observando y aprendiendo”.

No ha dado tiempo a analizar el influjo de la variante ómicron sobre la evolución de los síntomas, ya que su mayor incidencia se produjo entre los pasados meses de diciembre y enero. Sin embargo, sobre la vacunación, “sí parece ofrecer cierta protección frente a la covid-19”.

En este sentido, Moraleda alude al síndrome inflamatorio multisistémico (SIM), que puede considerarse un síntoma poscovid ya que aparece entre 4-6 semanas después de la infección.

“Diversos estudios han observado una reducción del SIM después del uso de las vacunas; en principio esperable por la disminución de casos. El problema es que como el porcentaje de long-covid es muy variable y muchos de los diagnósticos de las primeras olas no tenían confirmada la infección, está resultando muy complejo evaluar aspectos como que el número de casos de covid persistente esté disminuyendo por las vacunas. Sería esperable, pero a día de hoy no lo podemos asegurar”.

mayo 04/2022 (Diario Médico)

5.- La covid aumenta (o crea) el mecenazgo en salud

La palabra ‘mecenas’ suele ir asociada a las artes, pero también el sector sanitario puede beneficiarse de la generosidad.

Caminando por cualquier hospital de Estados Unidos, especialmente en los más grandes e influyentes, raro será no ver a la entrada de una sala, un servicio o, incluso, un ala entera una placa agradeciendo la donación de un mecenas que permitió construir tal instalación.

La cultura del mecenazgo, propiciada por unos elevados incentivos fiscales y una profunda aceptación social, está muy extendida en el país americano, donde se regularon las donaciones y sus deducciones fiscales hace más de cien años (en 1917, a raíz de la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial), y se asumió el mecenazgo como una vía de ahorro de gastos públicos.

En España, sin embargo, se trata de iniciativas puntuales objeto al tiempo de alabanzas y críticas. Y, normalmente, con pocas placas que permitan identificar a los benefactores.

Cierto es que hay diferencias con el sistema sanitario estadounidense que propician esta disparidad. La principal es que, aquí, la sanidad pública tiene, por lo general, un único financiador y un único provisor: la Administración, y toda injerencia de lo privado en una sanidad pública, universal y gratuita, ha levantado siempre ampollas.

Varios han sido los intentos en las últimas legislaturas de sacar adelante una Ley de Mecenazgo en España, por el momento, sin éxito. También estaba en el programa del actual Gobierno, pero aún pende la duda de si será posible sacarla adelante en el presente cuatrienio.

Sin embargo, no es cierto que no exista un marco legislativo para estas actividades: la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo, define estos aspectos, aunque dichos incentivos resultan muy pequeños comparados con los del gigante americano, que bonifica el cien por cien de las donaciones.

Micromecenazgos, no grandes inversiones

Además, dicha ley prima los micromecenazgos y las inversiones de personas físicas, ya que hasta los 150 euros la desgravación es del 80 %, mientras que para inversiones superiores se reduce hasta el 35 % (el proyecto de Ley de Mecenazgo del Ejecutivo plantea aumentarlas hasta el 90 y el 50 %, respectivamente). Del mismo modo, algunas comunidades autónomas -especialmente aquellas con regímenes fiscales propios- cuentan con normas similares, pero la mayor parte de ellas están enfocadas a apoyar el patrimonio cultural y artístico, no tanto el científico.

En este sentido, dentro de las 23 acciones prioritarias para el mecenazgo recogidas en la vigente ley de Presupuestos Generales del Estado, solo tiene relación con el ámbito médico «la I+D+I en Biomedicina y Ciencias de la Salud de la Acción Estratégica en Salud llevadas a cabo por el Cíber y Ciberned». De hecho, son este tipo de instituciones e institutos los principales favorecidos por la iniciativa privada.

Por todo ello, realizar una radiografía del mecenazgo sanitario, fuera del ámbito investigador, en nuestro país, es tarea harto complicada. Así, en este reportaje no están todos los que son, pero sí son todos los que están.

Paradigmático en este ámbito es el caso de la Fundación Amancio Ortega. Arrancó su estela de donaciones en casa, con 17 millones de euros dedicados a la adquisición, instalación, actualización y puesta en funcionamiento de diversos equipos para los hospitales del Sergas. Luego amplió su radio de acción a toda España, primero con 300 millones para equipos de radioterapia y otros recursos para diagnóstico y tratamiento oncológico, en 2015, y, después, 280 millones de euros el pasado año destinados a equipos de protonterapia. A ello hay que sumar 60 millones en 2020 para material sanitario para combatir la pandemia de covid.

Solidaridad

De hecho, ha sido la covid-19 la detonante de una oleada de solidaridad en todo el territorio español. Además de múltiples donaciones de personas físicas, muchas empresas -una gran mayoría ajenas al sector sanitario, como BBVA, Amazon, Renfe, Festina, Iberia, Primark, IKEA e incluso varios equipos de fútbol- dieron donaciones directas a hospitales públicos y, asimismo, financiaron la compra de equipamiento, desde EPI a robots procesadores de test para el diagnóstico de las infecciones por SARS-CoV-2.

Por lo que respecta al sector de las tecnologías sanitarias con actividad en España, agrupadas en la patronal Fenin, respondieron al reto con igual celeridad que el aumento de nuevos casos en los primeros meses y, entre febrero y mayo, por ejemplo, pusieron a disposición del sistema sanitario en España más de 13,3 millones de tests, de los cuales 3,9 millones fueron test de PCR (reacción en cadena de polimerasa); 1,7 millones, test serológicos de anticuerpos (rápidos y de laboratorio), y 7,7 millones fueron test de uso indirecto para el diagnóstico (D-dimero, proteina C reactiva, ferritina, hemocultivo, procalcitonina…).

Más de 50 empresas reconvertidas

Otro ejemplo es la fabricación de mascarillas, que en España se hacía antes de la crisis en dos plantas, mientras que ahora, según la base de datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), son ya más de 50 las empresas que acometen esta actividad, de las cuales la mayoría disponen de licencia temporal de fabricación. En cuanto a los respiradores, la producción nacional estaba focalizada en dos empresas, a las que se han sumado otras durante la crisis. En definitiva, y según subraya Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin, “la cifra que lo resume todo es 24/7, ya que nuestras empresas han trabajado 24 horas al día, siete días a la semana, doblando turnos y trabajando sin descanso para dar respuesta a la altísima demanda de productos sanitarios esenciales”.

Además, Fenin, junto al Grupo Oesía e Iberia, puso en marcha en abril de 2020 un corredor sanitario entre China y España que permitió traer a nuestro país más de 700 toneladas de material sanitario esencial en 36 vuelos fletados durante los meses más duros de la pandemia.

Existen asimismo otras iniciativas que permiten salvar los obstáculos que la normativa española pone en el camino de los grandes inversores. Tal es el caso de las empresas fintech, dedicadas a financiar la adquisición de tecnología, ejerciendo de mediadoras entre las empresas y las entidades públicas.

Es el caso de Kaudal, una compañía cuya misión es apoyar el ecosistema de investigación y desarrollo (I+D) a través del instrumento de mecenazgo tecnológico. Con ese instrumento, Kaudal canaliza inversión privada para distintos proyectos. La empresa forma parte de Arquimea, grupo tecnológico que opera a escala global que desarrolla soluciones y productos innovadores en diferentes sectores.

A fondo perdido

Esta empresa, radicada en Canarias, movilizó durante 2021 un volumen de proyectos vinculados con el sector de la sanidad de treinta millones de euros.
Asimismo, comenzó el pasado año a reforzar sus vías de financiación a fondo perdido para generar herramientas, vía I+D, de lucha contra la covid-19.

Por último, una iniciativa bastante particular fue puesta en marcha por el grupo Mapfre, a través de su gestora de fondos Mafre AM, de un fondo de inversión garantizado a tres años que tiene como activo subyacente un bono emitido por la Comunidad de Madrid destinado exclusivamente a lucha contra la covid. El fondo ofrecerá una rentabilidad del 3 % en los tres años pagadera a vencimiento en 2023, muy por encima del rendimiento del bono, gracias a una aportación adicional de la propia gestora cercana al millón de euros.

Queda ahora en el aire la pregunta de si la solidaridad que la pandemia ha traído se quedará o el sector sanitario tendrá que volver a enfrentarse solo a la sostenibilidad económica.

mayo 04/2022 (Diario Médico)

6.- Identifican conexiones neuronales responsables de la modulación del dolor y la sintomatología depresiva

Investigadores delCentro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental ( CIBERSAM), pertenecientes a la Universidad de Cádiz (UCA) y al Instituto de Investigación e Innovación Biomédica de Cádiz (INiBICA), han identificado conexiones neuronales responsables de la modulación del dolor y la sintomatología depresiva derivados del padecimiento de dolor crónico.

Los estudios, dirigidos por la profesora Esther Berrocoso y el recientemente desaparecido profesor Juan Antonio Micó, han culminado con la publicación Pain and depression comorbidity causes asymmetric plasticity in the locus coeruleus neurons en la prestigiosa revista Brain.

Es bien conocido que muchos de los pacientes con dolor crónico son susceptibles de padecer enfermedades mentales, como los trastornos por depresión o ansiedad. Sin embargo, siguen sin conocerse adecuadamente los mecanismos neurobiológicos implicados, imposibilitando su adecuado tratamiento.

Por ello, este grupo de investigación se ha centrado en estudiar los mecanismos biológicos implicados en un tipo de dolor, el dolor neuropático, cuyo abordaje terapéutico sigue siendo muy complejo.

Este dolor puede tener diversos orígenes: como consecuencia de la compresión de un nervio (por ejemplo, debido a un tumor, una hernia discal, al síndrome del túnel carpiano), o también en el caso de que exista un daño nervioso que afecte a todo el organismo (diabetes mellitus) o a una zona concreta -dolor debido a una culebrilla (herpes zoster)- o incluso a un procesamiento anómalo de las señales dolorosas como ocurre en el dolor del miembro fantasma.

Los investigadores centran su investigación en el locus coeruleus, principal núcleo noradrenérgico del sistema nervioso central, que tiene un papel relevante en el procesamiento del dolor y conecta la médula espinal con áreas corticales encargadas del procesamiento sensorial y emocional del dolor.

Mediante aproximaciones metodológicas novedosas como DREADDs (siglas en inglés de Designer Receptors Exclusively Activated by Designer Drugs), que permiten modular selectivamente la actividad de las neuronas, han demostrado que las conexiones del locus coeruleus con la médula espinal tienen un papel importante en el alivio del dolor solo al inicio de la neuropatía, sugiriendo que se produce un agotamiento de la función analgésica endógena.

Además, interrumpiendo la conexión entre el locus coeruleus y la corteza cingulada anterior, se alivia la conducta depresiva observada en los animales con dolor neuropático. Así mismo, mediante un estudio farmacológico se demostró la participación de receptores alfa-adrenérgicos en la corteza cingulada anterior, responsables del fenotipo depresivo.

Estos resultados demuestran que el dolor crónico provoca diferentes cambios en el sistema nervioso central a lo largo del tiempo. Así, en los estadios iniciales del proceso doloroso se producen unas adaptaciones mediadas por la vía descendente noradrenérgica hacia la médula espinal que reducen el dolor que el sujeto experimenta. Sin embargo, cuando el proceso doloroso persiste en el tiempo, se produce la activación de conexiones desde el locus coeruleus hacia la corteza cingulada anterior que favorecerían la aparición de síntomas relacionados con la depresión. En otras palabras, «la acción de la noradrenalina es beneficiosa a nivel espinal con un papel analgésico, pero puede ser contraproducente en áreas cerebrales superiores, provocando efectos indeseables», explica la Dra. Berrocoso.

«Estos hallazgos podrían contribuir a explicar por qué los actuales fármacos antineuropáticos que promueven la activación noradrenérgica requieren de otros mecanismos de acción complementarios tales como la modulación de canales iónicos (gabapentina), serotonérgicos (amitriptilina o duloxetina) o incluso opioides (tapentadol y tramadol)» tal como comenta la Dra.Berrocoso. Asimismo, este estudio demuestra la relevancia de la búsqueda de nuevos abordajes terapéuticos personalizados para frenar la cronificación del dolor y las patologías mentales asociadas.

mayo 04/2022 (Dicyt)

Selección, edición y composición: Dra. María Elena Reyes González.

mayo 5, 2022 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: |

Servicio de noticias en salud Al Día – Resultados de la búsqueda  –  ANALES DE PEDIATRIA VOLUMEN 48, NUMERO 4 (2024)

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